Crisis de credibilidad
Habla el "topo" de Windsor: "Kate y William sobrevivirán a todo esto"
Robert Jobson, experto en la casa real británica, comentó esta mañana qué se ha llevado a cabo mal con la enfermedad de Kate
El reputado escritorWalter Bagehot dijo en una ocasión que para mantener la «magia» de la realeza se tenía que mantener a salvo «de la intrusiva luz del día». Y quizá eso funcionara en el siglo XIX, pero en la era actual las cosas van de otra manera. Lo advertía la propia Isabel II, «hay que ser vistos para ser creíbles». Y, aunque tarde, parece que Kate y William han seguido las sabias palabras de la monarca. Por una vez, a una pareja a la que le gusta proteger su privacidad no pareció importarles ser fotografiados en su reciente visita al supermercado cerca de su casa en Windsor. Sabían que podían ser reconocidos. Es más, quizá es lo que fueran buscando. Sin embargo, las imágenes publicadas por «The Sun» no terminarán por completo con las teorías de la conspiración. Pase lo que pase, se diga lo que se diga, siempre habrá incrédulos y rumorología. Forma parte de la humanidad. Pero quizá ayuden a lidiar, poco a poco, con la importante crisis de credibilidad que atraviesa «La Firma».
El reputado periodista Robert Jobson, que lleva más de tres décadas cubriendo a la familia real inglesa, considera que «han pecado de ingenuos». «Si tienes a una de las mujeres más fotografiadas del mundo, no puedes pretender que la gente esté luego tres meses sin saber nada de ella», matiza en un encuentro con los corresponsales de todas las partes del mundo basados en Londres. La «Katemanía» se extiende a ambos lados del Atlántico. Hay pocos analistas que conozcan mejor los entresijos de la corona. Fue Jobson quien dio en exclusiva el compromiso de Carlos y Camilla y sus libros –como el dedicado a Diana en 2002 o el más reciente sobre Carlos III publicado en 2023– se convierten rápidamente en best-sellers.
Cadena de errores
El periodista no oculta su simpatía hacia el heredero al trono y su mujer. Y ante los interminables debates sobre si tienen o no derecho a la privacidad, considera que hay que respetar su decisión personal de no revelar detalles. Ahora bien, cree que revelar solo parte de la información ha sido un error. «Si no quieres referirte a ello, no digas que ha sido una intervención abdominal. O hablas o no hablas, pero no puedes quedarte a medias. El manejo fallido de la privacidad ha ayudado a crear una tormenta mediática con su propio impulso global», recalca.
Y, en este sentido, considera que la cancelación a última hora de la asistencia del príncipe William a la misa por el rey Constantino –sin dar explicaciones– fue la gota que colmó el vaso para avivar las teorías de la conspiración que alcanzaron su punto más álgido tras la polémica con la foto retocada publicada por el Día de la Madre con Kate y sus tres hijos.
Para Jonson, la princesa de Gales «no debería haber asumido la responsabilidad de la manera en que lo ha hecho» al pedir disculpas públicamente por haber realizado retoques en la instantánea, lo que genera confusión entre los medios y la ciudadanía, ya que «se está recuperando en casa de una cirugía seria». En cambio, apuntó que «debería haber sido la organización, el equipo de comunicación (del Palacio de Kensington) el que tendría que haberse asegurado de que era revisada antes de haberse difundido». «Algunos dirán que se trató de una fotografía de familia, pero no es así. Se tomó así, pero se difundió como una oficial. Y esto debe abordarse», dijo.
El caos y las teorías de la conspiración han llegado hasta tal punto que Palacio ha tenido que desmentir las noticias que apuntaban a la muerte del propio Carlos III. Cuando Jobson comenzó a cubrir a los «royals» a principios de la década de 1990, sólo había un secretario de Prensa del Palacio de Buckingham que reportaba directamente a la monarca. No había, como ahora, otro equipo paralelo para el príncipe de Gales. «El secretario de Prensa real estaba a cargo. No salía nada a menos que fuera aclarado a través de él. Tenía un adjunto y varios subsecretarios de Prensa asignados a diferentes miembros de la familia real. Se trataba de un equipo con un enfoque unificado, algo que hemos echado mucho de menos en las últimas semanas», explica.
El periodista afirmó que la monarquía «tiene un problema de credibilidad» y cree que para recuperar la confianza pública «realmente tienen que ser diligentes» y deberían acometer «una reestructuración». En la era en la que internet «desdibuja las líneas de la verdad», dice que es vital que «la marca real deba permanecer intacta», de ahí la importancia de aprender de los errores para no repetirlos. «En la autenticidad reside la confianza de la corona; un vínculo, una vez roto, se convierte en un abismo difícil de salvar», añade.
Harry y Meghan, «degradados»
La web de Buckingham ha vuelto a «humillar» a los duques de Sussex. Los retratos individuales de la pareja han desaparecido de la página de inicio del sitio. De hecho, cada miembro de los Windsor tiene su foto, además de un perfil individual de alrededor de 4.000 palabras. Ahora, las biografías de Harry y Meghan se han reunido en un texto mucho más corto –unas 500– y se han colocado al final de la página de inicio, debajo del príncipe Andrés, el otro miembro de la familia real caído en desgracia.
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