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Perfil humano

María Teresa de Luxemburgo, Gran Duquesa: los 69 años de "la criolla" despreciada por su suegra

Su historia de amor con Enrique de Luxemburgo nació y se consolidó a contracorriente. Este será su último cumpleaños en el trono

S.A.R. La Gran Duquesa Maria Teresa de Luxemburgo ©Collections privées / Jacques Schneider casa realcasa real

María Teresa Mestre, Gran Duquesa de Luxemburgo, cumple hoy 69 años. Será su último cumpleaños en el trono, pues el 3 de octubre, su esposo, Enrique de Luxemburgo, abdicará en favor de su primogénito, el príncipe Guillermo, después de 25 años de reinado. A partir de octubre, el matrimonio iniciará una nueva vida en el Palacio de Fischbach, centrada en sus hijos, nietos y labores humanitarias apoyando a los más necesitados, especialmente a las madres solteras.

El tiempo y los biógrafos se encargará de recrear con precisión la figura de esta mujer, envilecida durante años por su suegra, Josefina Carlota, por su origen cubano y plebeyo. Aprovechaba su figura menuda, tez oscura y pelo negro para referirse a ella como "la pequeña criolla".

Rencillas palaciegas

La vida en el Palacio de Berg, la residencia oficial de la familia gran ducal situada en el centro del país, no debió de ser fácil, pero María Teresa no se dejó intimidar y, lejos de inspirar compasión, hizo acopio de sus valores frente a la imponente presencia de Josefina Carlota.

Los Grandes Duques de Luxemburgo © Maison du Grand- Duc / Sophie MargueLa Razón

María Teresa Mestre nació el 22 de marzo de 1956 en La Habana, Cuba, en el seno de una familia adinerada con ascendencia noble. Por línea paterna, desciende de una familia noble española de Espinosa de los Monteros. Y ascendiendo en su árbol genealógico materno, podríamos llegar hasta Fernando I "El Grande", rey de Castilla y León. Sin embargo, no poseía ningún título. Bajo la mirada de su suegra, no dejaba de ser una criolla.

Tras la Revolución Cubana, en 1959, la familia de María Teresa, poseedora de varios bancos y empresas azucareras, vio confiscados sus bienes, lo que provocó su huida a Nueva York y posteriormente a Suiza. La joven recibió una educación exquisita en los mejores colegios. Conoció a su futuro esposo, el príncipe Enrique de Luxemburgo, en la Universidad de Ginebra. Ambos estudiaron Ciencias Políticas y trabajaron juntos en varios programas de estudio forjando una amistad que derivó en romance. "Cuanto más tiempo pasábamos juntos, más claro nos parecía que pasaríamos la vida juntos", recordó ella con los años.

El pueblo brindó por su amor

Aunque durante un tiempo se amaron en silencio, la pareja anunció su compromiso en noviembre de 1980, solo unos meses después de su graduación. El noviazgo desvanecía el deseo de la familia gran ducal de escoger para el príncipe heredero una esposa en las casas reales europeas. El pueblo luxemburgués celebró el anuncio del compromiso, pero de puertas adentro se rumoreó que el ambiente era diferente e incluso que el joven príncipe ofreció renunciar a su derecho al trono para contraer matrimonio con María Teresa.

S.A.R. La Gran Duquesa Maria Teresa de Luxemburgo © Collection privées / Emanuele ScorcellettiLa RazónEmanuele Scorcelletti

La Gran Duquesa Josefina Carlota cedió a regañadientes, pero nunca se preocupó de disimular su disconformidad, especialmente en privado. No dejaba de ser "una simple plebeya", según confesó María Teresa en 2002 en una reveladora entrevista con "Le Soir". Denunció, además, que durante años tuvo que sufrir con dolor las continuas intrigas de su suegra. Entre ellas, la difusión de rumores de infidelidad por parte de su marido, Enrique.

Una boda regia

La boda se celebró el 14 de febrero de 1981. La joven novia lució un espectacular diseño de Balmain y la tiara de diamantes del Congo que Josefina Carlota había llevado en su propia boda después de que se la regalara el pueblo del Congo. La hermana menor de María Teresa, Catalina, sirvió como dama de honor y a la ceremonia, en la catedral de Notre Dame de Luxemburgo, asistieron Olaf V de Noruega, Balduino y Fabiola de Bélgica, Margarita de Dinamarca y el príncipe Enrique, Rainiero y Grace de Mónaco y el príncipe Felipe, duque de Edimburgo.

Nueve meses después daban la bienvenida al primero de sus cinco hijos, el príncipe Guillermo. El Gran Duque Enrique ascendió al trono en 2000, lo que convirtió a María Teresa en la nueva Gran Duquesa de Luxemburgo, la primera nacida fuera de Europa. A los enredos de la suegra fue respondiendo con un carácter cada vez más valiente e incluso arrogante, si bien en algún momento las calumnias vertidas contra ella se volvieron difíciles de soportar.

El gran duque heredero Guillermo de Luxemburgo, junto a sus padres, María Teresa y EnriqueGtres

Especialmente dolorosos fueron los rumores de infidelidad del Gran Duque. Si las autoridades no hubiesen frenado su decisión, María Teresa habría huido del país con sus cinco hijos. Tanto su marido como el anciano padre del Gran Duque, un hombre conciliador, vivieron con gran disgusto las desavenencias entre suegra y nuera.

Informe Waringo: tirana y caprichosa

A principios de 2020, María Teresa vivió uno de los peores capítulos de su biografía cuando vio la luz un informe encargado por el entonces primer ministro Xavier Bettel para analizar la gestión de personal en la Corte. Su autor, Jeannot Waringo, un alto funcionario jubilado, redactó 90 páginas que pusieron de manifiesto el ambiente de "ansiedad" de los empleados y los continuos despidos. Todos los ojos se volvieron hacia la Gran Duquesa María Teresa a la que acusaron de tirana, dictadora y caprichosa.

MD104. TORREJON DE ARDOZ (MADRID), 21/05/04.- El Gran Duque de Luxemburgo, Enrique, acompañado de su esposa María Teresa MestreEFE/J.L. PINOJ.L. PinoAgencia EFE

Los diarios nacionales contaron que un buen pellizco de los once millones de euros que recibe al año la familia se iban en pactar el silencio de los que abandonan. "María Teresa hace lo que quiere, sostiene firmemente las riendas en la mano, determina los negocios y el ritmo en la corte y trata a sus empleados como siervos", escribió el columnista Pol Schock. Y añadía: "Enrique dice sí a todo".

Se habló entonces de una inminente abdicación a favor del príncipe heredero, cosa que no sucedió. Es más, el Gran Duque salió en su defensa expresando su indignación: "¿Qué sentido tiene atacar a una mujer a quien ni siquiera le está permitido defenderse? Es nuestro deseo continuar por la misma senda". También ella se defendió en una entrevista en Univisión, la cadena de televisión estadounidense de habla hispana más influyente, donde negó todos los hechos en un perfecto castellano.

Su madurez virtuosa

Embajadora de Buena Voluntad de la UNESCO desde 1997, María Teresa impulsa la educación de mujeres y niños en todo el mundo. Apoya los microcréditos como una oportunidad para ayudar a los más desfavorecidos a mejorar su situación económica y es miembro activo del proyecto de la UNESCO "Rompiendo el Ciclo de la Pobreza de las Mujeres" en Bangladesh, India, Nepal y Pakistán. Su firmeza en esas labores humanitarias que expande por diferentes países está incluso por delante de su legendario miedo a volar.