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DEP

Muere monseñor Serafín, el fiel capellán de la familia del Rey

Ha perdido la vida a los 92 años tras más de tres décadas de leal servicio a la Corona

Los Reyes Felipe VI y Letizia Gtres

Día triste para la familia del Rey. Serafín Sedano, que fue capellán durante décadas en el Palacio de la Zarzuela, perdió la vida este miércoles 21 de mayo a los 92 años. Fue hace solo unos meses cuando, agotado por los achaques propios de la edad, solicitó al Rey Felipe VI que buscara un nuevo religioso para sustituirle tras más de tres décadas de leal servicio.

Junto al cardenal Rouco Valera, fue el encargado de bautizar a la Princesa Leonor, la Infanta Sofía y a su prima Irene Urdangarin, y hasta su adiós el pasado verano, oficiaba las misas que se celebraban en la capilla de Zarzuela, a las que acuden siempre que pueden la Reina Sofía, su hermana Irene de Grecia y el Rey Felipe VI.

Su relación con Casa Real iba más allá del servicio religioso, y buena parte de la familia del Rey veía en él a un amigo y fiel consejero.

Su llegada a El Pardo se produjo en 2005, cuando fue nombrado responsable de la capilla de palacio, aunque tuvieron que pasar dos años para que se hiciera oficial. Desde entonces ha acompañado a la familia del Rey en sus ocasiones más especiales.

“Mi vínculo con la Familia Real va más allá de lo religioso, hay una relación humana”, comentó en 2024 a “El diario montañés”, cuando visitó Cantabria junto a parte de la familia real como miembro de la comitiva de la Guardia Real que visitó Cantabria en mayo de ese año.

La Reina Sofía junto a su hermana Irene de GreciaGtres

Su último adiós tendrá lugar en la Capilla de los Alabarderos del cuartel El Rey de la Guardia Real, donde esta tarde a las 19:00 horas se celebrará una misa de cuerpo presente abierta al público. Se espera que algún miembro de la familia del Rey acuda en representación para mostrar sus condolencias.

Cabe destacar que desde el momento de su jubilación a los 65 años, monseñor Serafín continúo al frente de la capilla de Zarzuela sin recibir remuneración alguna, tal y como él mismo explicó en su carta de despedida, publicada el año pasado: “S.M. El Rey Juan Carlos I me pidió que siga en el destino de la Casa de S.M. y el Señor Arzobispo Castrense como Párroco en Mingorrubio. Acepté estas peticiones con dos condiciones: que sea un acto voluntario y no tener remuneración por este servicio. Así permanecí 27 años”.

Más de 30 años de impecable servicio a la Corona que hoy se convierten en su legado más valioso.