
Polémica
Pablo de Rumanía o la costosa lucha por una identidad royal
Paul-Philippe de Hohenzollern ha saltado a la actualidad por su detención. Analizamos su compleja figura

Hace casi quince años falleció el archiduque Otto de Austria. El 8 de septiembre de 2011 se celebró en la madrileña Iglesia de San Ginés un funeral por su alma. Aquella tarde la pasé conversando con un nieto de Carol II de Rumanía, Paul. Le acompañé al funeral y luego cené con él en la Plaza de Oriente. Fuimos a pie desde su hotel hasta la iglesia. Varios rumanos quisieron hacerse una foto con él, lo que le causó evidente regocijo. No era la primera vez que estaba en Madrid. Vivió un tiempo en la calle Velázquez, donde residió también su tío Nicolás de Rumanía, fallecido en Madrid en 1978.
La historia de Paul merecería una biografía. Su padre, Mircea Lambrino, era hijo de Carol II y de su primera esposa, Joanna Valentina (Zizi) Lambrino, casados en Odessa en 1918 cuando él aún era príncipe heredero. El rey Fernando I no aceptó ese enlace y logró su anulación civil por haberse realizado clandestinamente y no con una princesa. Para Paul el matrimonio se contrajo en presencia de testigos, fue comunicado al Cónsul General de Rumanía en aquella ciudad, y se efectuó por el rito ortodoxo, por lo que no era anulable civilmente. A Carol se le denegó la posibilidad de apelación.
Las tres bodas de Paul
Paul se considera nieto legítimo del soberano rumano. Carol y Zizi se separaron en 1919. Mircea, conocido como Carol Hohenzollern falleció en 2006, reconocido hijo legítimo por los tribunales rumanos. Ya en 1955 el Tribunal Administrativo de Lisboa y en 1963 el Tribunal Supremo de Francia reconocieron su filiación legítima. Casó con Helene Henriette Nagavitzine, conocida como «Lena Pastor».
Luego, se casaría dos veces más. En 1955 Paul, nacido en París en 1948, adoptó el apellido Hohenzollern. En su pasaporte británico figuraba escrito “also known as HRH the Prince Paul of Romania” y en el rumano figuraba como «al Romaniei», de Rumanía. En 2012 el Tribunal Supremo rumano reconoció que Paul era uno de los herederos de Carol II. Parece que Miguel I le invitó a una reconciliación. Paul no pretende la corona, sino que sea reconocido el primer matrimonio de su abuelo lo que le convertiría en legítimo príncipe de Rumanía. Carol II, contrajo segundas nupcias con Elena de Grecia de la que se divorció siete años más tarde. Fueron los padres del rey Miguel I. Para Paul esas segundas nupcias convirtieron a su abuelo, ante la Iglesia Ortodoxa, en bígamo. Carol II casó de nuevo en Lisboa en 1949 con la moldava Elena Wolff, llamada Magda Lupescu.

En los noventa, Paul se trasladó a Rumanía. Se casó en Bucarest en 1996 con la norteamericana Lia Georgia Triff y tuvo con ella a Carol Ferdinand, primer «príncipe» rumano nacido allí en años. Sus padrinos de bautismo fueron el presidente rumano Traian Basescu, y su esposa María, y acudieron ministros del gobierno, miembros de la oposición, casi treinta embajadores extranjeros, y los príncipes María Gabriela de Saboya y Moritz de Hesse.
Paul fue educado en una escuela jesuita, luego en Gordonstoun y finalmente en el Millfield College, fue autor de una biografía de su abuelo, creó una fundación en 1991 dedicada a labores culturales y humanitarias, para mejorar la imagen de Rumanía en el exterior, trabajó como marchante de arte, agente inmobiliario y en 2000 fue candidato independiente a la presidencia rumana. En 2020 fue sentenciado por el Tribunal Supremo rumano por tráfico de influencias, lavado de dinero y soborno. Fue arrestado en 2022 en Francia, país que denegó su extradición por considerarla por motivos políticos. En abril de 2024 fue arrestado en Malta, pero no se le extraditó debido al grave hacinamiento de las cárceles rumanas. El pasado 7 de abril fue nuevamente arrestado en Francia tras una orden de detención europea. Algunos piensan que, si se le hubiera tratado mejor no habría tenido necesidad de reivindicar nada ni cometido penosos (e innecesarios) errores.
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