Nuevo proyecto

El príncipe William cumple la promesa que le hizo a su madre, Diana de Gales

Invertirá tres millones de libras en Nansledan, donde construirá 24 casas para gente sin recursos.

Diana de Gales, Lady Di, con sus hijos los príncipes Harry y William
Diana de Gales, Lady Di, con sus hijos los príncipes Harry y WilliamJohn Swannell Camera Press

En 1993, cuando William de Inglaterra acudió con su madre, Diana de Gales, a un albergue de personas sin hogar le hizo la siguiente promesa: "Si algún día soy Rey, dejaré que las personas sin techo vivan en nuestros palacios". Ahora el príncipe de Gales está a punto de cumplirlo. está a punto de cumplir esa promesa. El domingo, 18 de febrero, se ha confirmado que el heredero al trono británico pondrá en marcha un proyecto de viviendas sociales por valor de tres millones de libras. Las casas estarán ubicadas en Nansledan, un suburbio del municipio de Newguay integrado en el ducado de Cornualles, lugar que heredó de su padre al ascender al trono y él convertirse en el primero en la línea de sucesión.

Los príncipes Carlos y Diana de Gales posan con William en brazos, el 22 de junio de 1982
Los príncipes Carlos y Diana de Gales posan con William en brazos, el 22 de junio de 1982John RedmanAgencia AP

En un comunicado, se informa de que la idea del príncipe es construir 24 casas que constarán de un solo dormitorio y otras con cuatro habitaciones. Se espera que el proyecto esté finalizado en 2025.

Una fuente cercana a la Casa Real ha explicado a "The Times" que la intención del príncipe de Gales es que las edificaciones sean lo más "hogareñas posible" para combatir el estigma de la vivienda social.

Romper con la tradición

Tal y como recoge el "Daily Mail", que ha publicado numerosos extractos de la biografía que ha escrito Robert Hardman sobre Carlos III, el príncipe William podría romper con una tradición familiar cuando llegue al trono: dejar de ser el jefe de la iglesia Anglicana. William no entiende la religión de la misma manera que su padre y tampoco posee las firmes creencias que siempre mostró en público y en privado la reina Isabel II.

"En los círculos reales, no es ningún secreto que él no comparte el sentido espiritual del rey, y mucho menos la inquebrantable devoción de la difunta reina por la iglesia anglicana", escribe Hardman. El libro destaca que el príncipe William no va a misa habitualmente, solo en ocasiones especiales como Pascua o Navidad, y aunque respeta las instituciones, no se siente cómodo en los ambientes religiosos.