Un sarcófago para Margarita de Dinamarca a la altura de su alma creativa

La reina Margarita pasará a la historia como la primera que abdicó en su país en 900 años, pero también por una singular personalidad que algunos ciudadanos elevan a la extravagancia. Y ponen como ejemplo la espectacular tumba de cristal que aguarda en la catedral de Roskilde (Dinamarca), declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1995. El mausoleo que honrará a Margarita II está listo desde 2018 y se considera una verdadera obra de arte, a la altura de su alma creativa y su compromiso con los artistas.

Fue, por ejemplo, la encargada de diseñar el vestuario de una producción de época para Netflix y son conocidas sus aficiones como ilustradora bajo el pseudónimo de Ingahild Grathmer. Es también experta en bordado y en textiles para iglesias, además de interesarse por la pintura, la danza, la escritura o la filosofía.

Pero anticiparse a su funeral no es, ni mucho menos, una excentricidad, sino un detalle propio de reyes y reinas. Desde los preparativos de la ceremonia hasta el lugar de entierro, son decisiones que toman con antelación. En 2003, Margarita II invitó al diseñador y escultor danés Bjørn Nøorgaard a imaginar junto a ella y su marido, el príncipe consorte Henrik, un monumento funerario que simbolizara su lugar de descanso final. El resultado fue desvelado quince años después, durante su instalación en la necrópolis real de la catedral de Roskilde. Puede apreciarse en las imágenes tomadas por el fotógrafo danés Keld Navntoft.

Se trata de una creación en vidrio, piedra y metal ultramoderna, casi futurista. Pesa más de siete toneladas y puede decirse que revoluciona el arte de las figuras yacentes medievales. Bajo la inscripción Sarkofag, se pueden ver las siluetas de Margarita y Henrik reproducidas a escala por Nøorgaard. Ahora es una tumba vacía y la soberana no será enterrada exactamente en su interior. El artista recurrió al talento de un maestro vidriero checo del norte de Bohemia, Zdeněk Lhotský, quien dedicó más de dos años de trabajo a moldear las siluetas del matrimonio.

Elementos cargados de simbolismo

La Casa Real precisa que esta famosa matriz de vidrio, rematada con alegorías, heráldica y símbolos esculpidos en bronce dorado, descansa sobre una base de arenisca francesa, en homenaje a los orígenes girondeses del príncipe consorte, nacido Henri de Laborde de Monpezat. "Las tres columnas que sostienen el sarcófago están hechas respectivamente de granito danés, basalto de las Islas Feroe y mármol de Groenlandia", explica el Palacio. Las cabezas de elefante plateadas que adornan cada uno de los pilares hacen referencia al animal tótem de la más alta orden de caballería del reino.

En 2017, el príncipe Henrik cambió de opinión. Al no haber obtenido nunca de su esposa el título de rey consorte que tanto codiciaba, declaró que ya no deseaba descansar en la capilla de Santa Brígida de la catedral de Roskilde, donde están enterrados más de 40 reyes y reinas daneses desde el siglo XV.

Tras su muerte, en febrero de 2018, Margarita respetó su última voluntad y Henrk fue incinerado. Las cenizas fueron esparcidas en aguas danesas y en los jardines privados del castillo de Fredensborg.

Cuando llegue el día, Margarita II será enterrada en la cripta real de la capilla de Santa-Brigitte, bajo este imponente monumento. De momento, el mausoleo se encuentra cubierto con una carcasa.