Cumpleaños
Anabel Pantoja cumple años con la familia que no le falla
La sobrina de la tonadillera cumple 35 años rodeada de sus seres queridos de Gran Canaria, los que no le han dado la espalda
El clan Pantoja no atraviesa su mejor momento. La guerra mediática que Kiko Rivera todavía mantiene abierta contra su madre ha puesto Cantora patas arriba, y ni siquiera las últimas muestras de acercamiento (Isabel Pantoja ha vuelto a seguir a su primogénito en sus redes sociales) hacen aflorar la esperanza por una próxima reconciliación. Pero el conflicto no se reduce solo a esta maltrecha relación maternofilial, sino que se ha extendido como un veneno por otras ramas del árbol genealógico del abolengo Pantoja.
El «tito Agustín» ya ha tenido que acudir a los tribunales, acompañado de su hermana Isabel, que lo agarraba del brazo, a consecuencia de la demanda que su sobrino interpuso contra él, pero es Anabel Pantoja quien más perjudicada ha salido en lo que respecta a su relación con la familia, y lo peor de todo es que lo ha hecho sin comerlo ni beberlo. Por más que su primo Kiko le exigiera que se posicionara públicamente en este conflicto, la colaboradora de «Sálvame» se ha mantenido al margen a lo largo de todo este tiempo, y ahora paga muy cara la neutralidad por la que se decantó en su día. Kiko Rivera, que para ella es (o era) como un hermano, la ha echado de su vida y no parece volver a querer saber de ella. «Me he quitado un peso de encima», sentenció el DJ en «La Resistencia». Un peso, por cierto, mucho menor al de antes de someterse a una intervención estética por la que le fueron extraídos ocho litros de grasa. Ahora, a los 35 años recién cumplidos, Anabel Pantoja presume de figura envidiable.
La situación actual que afronta su familia invita a pensar que la tertuliana no está para celebraciones, pero Anabel Pantoja ha demostrado en varias ocasiones que es difícil borrarle la sonrisa de la cara. De hecho, tiene muchos motivos para enseñar los «dientes, dientes, que es lo que les…», como diría su tía.
Su relación con Omar Sánchez, su «negro», va viento en popa a toda vela, y su ansiada boda ya se vislumbra a la vuelta de la esquina. Aunque en un principio sus planes pasaban por un enlace multitudinario y con una fuerte presencia mediática, Anabel Pantoja ha confirmado recientemente que se conforma con una pequeña celebración en la playa, arropada por sus seres queridos, todos aquellos que quieran ir.
En realidad, no necesita más que a su novio, que se ha consagrado como uno de los pilares fundamentales en la vida de Anabel Pantoja. Por desgracia, no podrán celebrar juntos el día de su cumpleaños. Se lo impide la agenda del grancanario, que acaba de estrenarse en el mundo mediático. «Cenaré con unas amigas en Madrid y poco más, porque el negro estará en la gala de «Supervivientes», cuenta la tertuliana a este periódico.
El gran homenaje por el cumpleaños de Anabel Pantoja tendrá lugar muy lejos de Madrid o de Cantora, a más de 1.960 kilómetros de la capital, para ser exactos. La colaboradora ha encontrado en Pozo Izquierdo, el pequeño pueblo de Gran Canaria donde vive con Omar, un remanso de paz alejado de las polémicas que sacuden a su mediático clan. Allí es feliz, rodeada de sus amigos y de una familia política que no le ha dado la espalda. «Solo quiero volver», desliza la sobrinísima a LA RAZÓN.
Aunque «todavía no sé qué haré», Anabel Pantoja tiene claro que celebrará por todo lo alto sus 35 primaveras una vez aterrice en Gran Canaria. Quizás lo haga con una de sus famosas «asaduras», las barbacoas que organiza con Omar y sus amigos. La tertuliana es feliz con poco, y ni siquiera la ausencia de sus parientes de sangre logrará empañar su día. Ella ya tiene otra familia, una que, de momento, no le ha fallado.
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