Momentos difíciles

Isabel Pantoja vive un calvario en Semana Santa arropada por sus gatos

La tonadillera está pasando por un momento complicado

Isabel Pantoja en una imagen de archivo
Isabel Pantoja en una imagen de archivoGtres

Alejada de todo y de casi todos. Esta es una Semana Santa de penitencia y calvario para Isabel Pantoja. Procesiona acompañada de sus gatos por los alrededores de Cantora y sus rezos se dirigen al cielo en la inmensidad del campo, echando de menos el balcón de la sevillana calle Sierpes, junto a La Campana, en el que veía pasar las procesiones con las figuras de vírgenes, cristos y santos.

En sus plegarias, una obsesión, pedir al Altísimo que esa cercana sentencia que podría conducirle de nuevo a prisión no le sea negativa. Se estremece con tan solo pensar que pueda suceder. Su sueño, ahora mismo, es emprender en mayo la mini gira americana que le llevará a Buenos Aires, necesita volver a sentirse artista.

Pero la decisión del juzgado no es lo único que preocupa a la tonadillera. Tiembla por la intención de su hijo Kiko de escribir un libro sobre su vida.

Isabel Pantoja
Isabel PantojaDaniel PérezAgencia EFE

¿Qué imagen dará de su progenitora en esa especie de memorias, perdonará antiguos desafueros, o intentará un acercamiento con su mamaíta?

El expequeño del alma de Isabel ha sorprendido a todo el mundo con el anuncio de que piensa debutar como escritor, y si doña Isabel se teme lo peor, el tito Agustin le anda a la zaga.

Como Kiko empiece a desvelar los secretos inconfesables de los suyos se puede armar la “marimorena”.

Pero, hoy, los únicos que asisten a los momentos de angustia y depresión de la Pantoja son sus gatos, testigos impasibles de sus ruegos y hasta de sus llantos. Ellos sí que son incondicionales y fieles. Jamás podrían acudir al Deluxe para traicionar a su dueña contando los entresijos de la finca.