Crónica
El diario de Amilibia: A ver, hagan el favor de insultarse mejor
“Esta va a ser la tónica hasta el infinito y más allá”
El Gobierno va a invertir 12.000 millones de euros en hacer de España una potencia en la fabricación de chips. Podrían colocar los primeros modelos «made in Spain» en sus cerebros y así cambiar un poco las tácticas bélicas contra el PP sin necesidad de empollarse «El arte de la guerra», de Sun Tzu. Hay que inventar nuevos insultos, otras pedradas. No me hago demasiadas ilusiones, los políticos han anestesiado mi optimismo, pero conviene animar el circo electoral. Sánchez dio el pistoletazo de salida a la campaña llamando mangantes a los peperos en el Congreso, recordando viejas corrupciones. Esta va a ser la tónica hasta el infinito y más allá. Usarán el chip más moderno para resucitar la guerra más antigua, desenterrarán el hacha de guerra y no fumarán nunca la pipa de la paz, mayormente por miedo a colocarse y empezar a darse besos y abrazos como una Yolanda Díaz desatada en días de éxitos parlamentarios.
Como en las películas de Chaplin y Stan Laurel y Oliver Hardy, se arrojarán a la cara tartas no de dulce merengue sino de caca vieja, de zurullos fosilizados. Un número cansino que no termina de aburrir a las ovejas infantiles y mitineras de ideario pancartero, pero sí al resto. Kitchen, Gürtel, Bárcenas, los audios de Villarejo, el hermano de Ayuso, el primo de Almeida, etc., volverán como las oscuras golondrinas. Será la mierda de siempre con chips dignos de Pegasus. Digo yo que o descubren corrupciones nuevas, escándalos originales, zascas inéditos, o seguiremos en un tedio mortal.
Porque el juego del «yo soy el bueno y tú eres el malo» aburre más que la guerra de los indepes contra el castellano
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