Opinión

El diario de Amilibia: ¿Puede transmitirse “Pegasus” por el cuscús?

“¿Qué tenía Él en el móvil que desconocemos y sí conoce Mohamed VI?”

Pedro Sanchez durante la sesión de control al gobierno en el Congreso
Pedro Sanchez durante la sesión de control al gobierno en el CongresoAlberto R. RoldánLa Razón

En las corralas del mundo financiero se susurra una sospecha. Marruecos sabe algo de Él que España ignora: accedieron a su móvil vía Pegasus y le chantajearon con revelar su contenido si no cambiaba su postura sobre el Sahara. Eso comentan. Con menos mimbres se podría escribir una nueva versión de “Casablanca”. Me arriesgo a pensar que, pese al hipotético espionaje, no conocen bien a nuestro presi: Él no necesita de grandes coacciones para cambiar de postura. Su volubilidad goza de gran prestigio. Puede decir una cosa y hacer la contraria por lo menos tres veces al día. Si su docuserie la produjera Netflix, podría ganar la Palma de Oro de Cannes a la versatilidad interpretativa y el Oso de Oro de Berlín a la improvisación. Pero la sospecha circula. ¿Qué tenía Él en el móvil que desconocemos y sí conoce Mohamed VI?

Félix Bolaños comparece en la comisión Constitucional en medio del caso de espionaje Pegasus
Félix Bolaños comparece en la comisión Constitucional en medio del caso de espionaje PegasusMARISCALAgencia EFE

Imposible saberlo a no ser que el CNI se encabrone del todo y empiece a filtrar cositas. La pista central del circo se anima con el bonito número de las adivinanzas. ¿Guardaba el plan médico secreto del doctor Jaén, su dermatólogo, para conservar sin arrugas y más duro aún el rostro presidencial? ¿Las conversaciones íntimas con Yolanda Díaz? ¿Los movimientos coreográficos que hace en calzoncillos y ante al espejo cada mañana mientras canta el Motomami de Rosalía o el SloMo de Chanel? Mientras, el ministro de Exteriores se bajó al moro para reunirse con su homólogo marroquí, quien transmitió a Albares que “España puede contar con Marruecos como socio de confianza, serio y responsable”.

Cuentan las malas lenguas que no se quedó a comer en Rabat porque Bolaños le había alertado de la posibilidad de que el virus Pegasus se transmitiera también por el cuscús.