Ruptura

Cayetano Rivera y Eva González, el desigual final de un matrimonio de portada

La pareja rompe su unión ras siete años casados y un hijo en común, Cayetano

La revista «¡Hola!» confirmaba el miércoles pasado lo que en los mentideros del cuore era un secreto a voces desde hacía meses. La relación entreCayetano Rivera (45) y Eva González (41) estaba rota y la confirmación de su revista de cabecera era el epitafio definitivo. La pareja da carpetazo a un matrimonio con un hijo en común, Cayetano (4), y un sinfín de idas y venidas desde que se conocieron en 2004. Una pareja de portada, cuyas diferencias han pesado demasiado. Analizamos cómo llega cada a uno a su nueva vida de soltero en el plano económico y empresarial.

No todo lo concerniente a Cayetano tiene que ver con el mundo del toro. A través de la sociedad Inversiones Tajomar SL, por ejemplo, Cayetano gestiona sus inversiones inmobiliarias junto a otros dos socios en el negocio, Jesús Acevedo e Ignacio Pérez. Creada en 2015 en Marbella, la sociedad gestiona «actividades inmobiliarias» y «ejecución de obras y construcciones para terceros». Localizada en Puerto Banús, la empresa ha tenido un recorrido discreto en el sector del real estate. Tras 7 años sin presentar cuentas, está apercibida de un posible cierre de la hoja registral desde enero de 2019.

El matador de toros también figura como administrador solidario de otra empresa del sector del ladrillo. Se trata de Kara Real Estate Premiun SL, una apuesta que el diestro fundó con uno de sus socios en Inversiones Tajomar y que está radicada, como la anterior, en Puerto Banús. En este caso, la sociedad ha demostrado más actividad presentando religiosamente sus cuentas hasta 2020, con ventas en la facturación que crecieron de forma progresiva hasta rozar los 150.000 euros de facturación en el año 2020.

Cayetano Rivera y Eva González con su hijo en la cabalgata de Reyes de Sevilla
Cayetano Rivera y Eva González con su hijo en la cabalgata de Reyes de SevillaJuan Jose UbedaGTRES

Pero, sin duda, su negocio más peculiar, por lo alejado que está del mundo taurino, es Goosfraba SL. Creada en febrero de 2011 y localizada en Madrid, la sociedad, de la que Cayetano es administrador único, se dedica «al comercio al por mayor de chatarra y productos de desecho». Tal cual. El menor de los Rivera Ordóñez se dedica al negocio de la chatarra desde hace once años. Y no le va mal a juzgar por sus números. La sociedad, creada en un primer momento bajo el nombre Inteel Trade SL, cambió en noviembre de 2014 su nombre por el de Goosfraba SL, su actual denominación. Según su último balance de cuentas de 2019, el último del que existen registros, la sociedad perdió 58.448 euros, una cantidad importante que no hace temer por la viabilidad del negocio, ya que la sociedad declaraba tener activos por valor de casi 559.000 euros. Pese a figura como cabeza del negocio, la empresa no solo es de Cayetano. La sociedad está participada al 50 por ciento por dos accionistas más. Por un lado Recreo Museo SL, la sociedad propiedad de Cayetano y de su hermano, Francisco Rivera Ordóñez, a través de la que explotan la finca «El Recreo de San Cayetano», la finca familiar de los Ordóñez en Ronda y que dedican a la organización de eventos (es, además, el refugio del diestro desde que decidiera separarse de la ex miss).

Por otro lado, Ribasagac SL, otra sociedad propiedad de Cayetano y otro de sus socios, dedicada al comercio de productos alimenticios y materias primas. Respecto a su profesión, el hijo menor de Carmina Ordóñez, creo en 2016, Bull Race Ronda SL. Dedicada a la celebración de eventos taurinos y otras actividades recreativas, la empresa no presenta balances desde su creación y no muestra síntomas de actividad.

Los negocios de Eva

Eva González, su ex mujer de confirmarse los indicios, también tiene a sus espaldas trayectoria empresarial. La modelo y Miss España 2003, fundó en 2012 Eva Gonzalez SL, con el fin de gestionar su carrera como modelo. La empresa cambió un par de años después de nombre pasando a llamarse Maivana Producciones SL. Si en el terreno sentimental las cosas no le va bien, su aventura empresarial tampoco le está dando demasiadas alegrías en los últimos tiempos. Maivana sufre desde hace unos años una caída en sus ingresos que ha tocado fondo en 2021, el último ejercicio declarado. Según sus cuentas, la presentadora pasó de facturar 130.000 en 2019 a los «escasos» 40.000 ganados en 2021.