Entrevista

Nieves Herrero: “Lo mejor que puede hacer Vargas Llosa es escribir”

Es una grande de la comunicación en España y suma premios, como el que le acaba de dar la Asociación de la Prensa

Nieves Herrero durante el estreno de la serie ‘Cristo y Rey’ que está basada en la pareja que formaron Ángel Cristo y Bárbara Rey en los años ochenta, a 12 de enero de 2022, en Madrid (España)
Nieves Herrero durante el estreno de la serie ‘Cristo y Rey’ que está basada en la pareja que formaron Ángel Cristo y Bárbara Rey en los años ochenta, a 12 de enero de 2022, en Madrid (España)Jose VelascoEuropa Press

Nieves Herrero (Madrid, 1957) anda apretándole los tornillos a la escaleta de «Madrid Directo», el programa radiofónico de tarde de Onda Madrid por el que acaba de recibir un premio de la Asociación de la Prensa de Madrid. Las memorias de Harry le han robado unas horas de sueño y, sin terminarlas, ya tiene favorito. «Soy fan apasionada del pelirrojo», dice. A esta periodista de pata negra y voz melosa quisieron hacerle cabeza de turco cuando la parrilla empezó a amarillear, pero aquí está, amontonando galardones y siguiendo el runrún de la noticia, en el ajo de un oficio que inició con un artículo que escribió a los 17 años para la Hoja del Lunes, el periódico que editaba la Asociación de la Prensa, el único autorizado los lunes. A partir de ahí se curtió y ahora cierra un círculo, liberada de la dictadura del clic y la asfixia de los datos de audiencia.

La televisión repite la química del amor. ¿Fue fácil desengancharse?

La televisión da popularidad, pero también crea una relación de amor y odio con los espectadores. En la radio, sin embargo, quien te sigue te quiere. La radio es mi gran amor y la televisión es esa amante que te da satisfacciones, pero tienes que saber cuándo dejar y cuándo volver.

¿El directo exige un corazón a prueba de sobresaltos?

Curiosamente, me levanto aceleradísima, con 85 o 90 pulsaciones por minuto, y solo cuando empieza el directo me puedo calmar. Es el momento de mayor satisfacción y mi corazón responde bajando las pulsaciones. Amo lo que hago.

¿Esa vehemencia es la que le ha mantenido en primera línea?

No es solo la capacidad de persistir, también la de volver a empezar de cero y adaptarte con entusiasmo independientemente de que sea un medio grande, medio o más modesto. Me río con Félix Madero (también premiado) porque nos plantamos ante el micrófono como si fuese la BBC, con la misma grandeza. La radio tiene ese puntazo y el día que sienta que es rutina presentaré mi dimisión.

No todas las chicas Hermida han corrido la misma suerte. ¿Qué marca le dejó?

Fue un gran maestro. Si Cebrián Bonet, Pepe Cavero o Manuel Martín Ferrand me dieron el oficio, Jesús Hermida puso movimiento y color a un mundo que me apasionaba, despertó mi imaginación y las ganas de pelearme por el reportaje del día. Cuando de la radio me llevó a la televisión, yo no me moría por salir en pantalla y eso a él le gustaba. Tenía la agudeza de mantenernos con los pies en tierra y de curarnos en humildad en cuanto nos mirábamos en el espejo. Hermida creó escuela y todavía aplico esa lección de modestia que te permite reconocer el talento y dejarte envolver por él.

Los Globo de Oro acaban de premiar a actrices como Jennifer Coolidge o Angela Basset. ¿Hay un resurgir de la mujer mayor de 60?

En España, la televisión retira a profesionales muy talentosas a partir de una edad. Suele ser muy cruel con la mujer. El trabajo prolonga la vida y eso me lo enseñó bien Arturo Fernández, que murió con 90 con elegancia.

La periodista Nieves Herrero
La periodista Nieves Herrerolarazon

María Teresa Campos no ha dejado de reclamar su espacio. ¿Ha tenido la retirada que merecía?

María Teresa Campos es una profesional a la que admiro y me gusta su actitud y sus ganas de seguir peleando. Le dio a la televisión española una trascendencia inigualable, pero es una gran comunicadora y debería haber continuado en cualquiera de las facetas que le han hecho deslumbrar. Desearía que volviese a engancharse al periodismo.

¿Es nostálgica?

Me interesa el presente y mirar al futuro, darle la vuelta a la vida con la idea de que agua pasada no mueve molinos. Me quedo con la frase de Serrat en su retirada: «Hay que dejar a un lado las melancolías, solo nos queda el futuro».

José Antonio Marina le dijo recientemente que la felicidad no es un estado, sino una actividad. ¿Lo aplica?

Soy muy disfrutona y es algo que he heredado de mis hermanos. Gozo de mi trabajo, de un libro, una película o una conversación con Carmen Cervera, ahora que escribo sus memorias. La felicidad se conquista en movimiento. Parados, no se consigue nada.

¿Le transmite a su nieto Nico ese punto disfrutón?

Le estoy descubriendo el placer de la lectura y de la pintura. De hecho, uno de mis próximos proyectos es un libro de cuentos para él. Ser abuela es un regalo de la vida que llegó en un momento de tanta necesidad afectiva como la pandemia.

¿Cómo ve a Vargas Llosa deshojando la margarita con 86 años?

En los finales, como en todo en la vida, hay que ser un gran señor y una gran señora. Lo mejor que puede hacer es escribir y deleitarnos con sus novelas. No tenemos por qué saber otras cosas.