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Ana Mena se sincera con una foto desnuda: "Estoy lista para renacer"

Tras semanas de silencio, la cantante malagueña reaparece con una imagen poderosa y una carta íntima en la que anuncia un giro vital y profesional

La artista Ana Mena
La artista Ana Mena actuará el 7 de septiembre en ValladolidCortesía

Ana Mena ha vuelto. Y lo ha hecho a su manera: con un gesto rotundo, una imagen que ha incendiado las redes y, sobre todo, con palabras que suenan a confesión. La artista de Estepona, que lleva años acumulando éxitos a un ritmo vertiginoso, reapareció en Instagram tras varias semanas de ausencia con un posado artístico sin ropa y un texto titulado, simplemente, "Quería sincerarme". El título ya era toda una declaración de intenciones.

La cantante, que hace apenas un mes vivía uno de los hitos de su carrera al actuar en Tokio en el festival A-Nation -siendo la única artista no asiática en subirse a ese escenario-, decidió poner un freno. "De repente, necesitaba respirar", confiesa en su carta. Nueve años de giras, de estudios de grabación y de escenarios alrededor del mundo habían pasado factura: "He trabajado sin descanso y no he parado de dejarme la vida en esto porque me encanta lo que hago, con sus momentos maravillosos y sus épocas duras".

Ese parón, explica, le permitió reencontrarse con lo esencial: ver a sus padres, descansar en casa, viajar sin prisas, volver a enamorarse. Una vida que había quedado en pausa por la vorágine de su carrera y que, en sus palabras, la ayudó a "volver a sentir" y a recuperar la frescura necesaria para crear. Durante este tiempo, también escribió nuevas canciones sin presiones, "probando, borrando, empezando de nuevo", como si se tratara de un taller íntimo de búsqueda personal.

La publicación no solo desvelaba cansancio acumulado. También mostraba a una Ana Mena más vulnerable de lo que el público está acostumbrado a ver. "Siempre me ha costado agarrar confianza con las personas… Aunque os parezca increíble, me sigo poniendo terriblemente nerviosa cuando tengo una cámara delante y no lo paso bien en los eventos", admite. Una confesión que desmonta la imagen de estrella segura y luminosa que proyecta sobre los escenarios. "Me protejo en una zona de seguridad y por eso quizás no me he dejado ver del todo", añade.

Ese "renacer" que proclama en su carta implica dejar atrás esas barreras. "Ahora por fin me apetece atreverme, jugar, sincerarme, fluir…", anuncia. Y asegura que sus nuevas canciones, todavía sin fecha de estreno, llegarán impregnadas de esa autenticidad: "Va a ser más auténtico y más de verdad que nunca".

En lo personal, Ana Mena también atraviesa un momento dulce. Desde hace meses comparte su vida con el actor Óscar Casas, con quien coincidió en el rodaje de la película Ídolos. Aunque ambos han optado por mantener la relación en un discreto segundo plano, sus declaraciones públicas hablan de complicidad y admiración. "Es muy lindo, es ideal, de verdad… Es maravilloso él", decía ella en un evento reciente. Él, por su parte, no ha dudado en subrayar su talento y profesionalidad: "Ya no solo canta como los ángeles, es muy buena actriz… Va a sorprender".

Con apenas treinta años, Ana Mena se encuentra en un punto de inflexión: consolidada como una de las voces más internacionales del pop español, y al mismo tiempo decidida a mostrarse sin filtros, con toda la vulnerabilidad y la fuerza que la acompañan. Su reaparición no es solo una foto: es un manifiesto.