Opinión
El diario de Amilibia: Ojo con los besitos, Susanna
"La cuestión es grave: Carles Puigdemont podría no recibir a nadie procedente de la Moncloa durante los próximos días"
A Susanna Griso, la jauría rojo/progre la ha crucificado en las redes por un par de besos en las mejillas a Alberto Núñez Feijóo cuando acudió a su programa. No fue un beso a tornillo, no hubo conato de lengua ni miaja de lujuria, ni tan siquiera consta que se tratara de un beso con especial afecto. Fueron besitos de saludo cordial.Pero el delito no está en el beso en sí, sino en la coña que luego hicieron ambos sobre si había existido consentimiento o no, con la cosa de Luis Rubiales al fondo, porque en este país, digas lo que digas y hagas lo que hagas, siempre están Jenni Hermoso y Rubiales al fondo.
El consentimiento es sagrado, y si juegas con lo sagrado, llega la Nueva Inquisición y te lleva a una parrilla que no la querría ni san Lorenzo. Menos mal que Susanna no ha besado últimamente al presi: de ser así ya la estarían guillotinando por contagiarle el covid. Él ha caído por segunda vez. ChatGPT dice que el fin del mundo será dentro de 5.000 millones de años, coincidiendo con la muerte de nuestro sol. Bien, pero a ver quién se atreve a decírselo a Él, quién le suelta un «recuerda que eres mortal» como los romanos a sus héroes.
Mientras Susanna Griso medita sustituir el beso por un saludo a la japonesa, aseguran las malas lenguas que el CNI investiga quién pudo haber sido el que le contagiara al presidente en funciones Pedro Sánchez.La cuestión es grave: Carles Puigdemont podría no recibir a nadie procedente de la Moncloa durante los próximos días.
✕
Accede a tu cuenta para comentar