Opinión
El diario de Amilibia: Todos son unos santos
"Él no quería esa foto, cuentan, por si acaso ello desagradaba a Puchi y a todos sus otros socios que no acudieron al juramento de la Constitución de Doña Leonor"
Ahora que se aproximan grandes cambios con la llegada del nuevo Gobierno («todo se ha consumado»), es el momento de declarar el Día de Todos los Santos como la fiesta del sanchismo. El patrono de los políticos es Tomás Moro, pero ¿quién se acuerda hoy de él? En sus tiempos no existía la Memoria Democrática, antes Histórica, y además un antidivorcista decapitado no es una buena imagen para los seguidores de Pedro, el portero poseedor de las llaves del reino celestial de la Moncloa. Todos son unos santos, sí, y más ahora que uno de sus santos mayores (Santos Cerdán) ha acudido a visitar al Molto Honorable Pròfug para iniciar los trámites de su canonización en vida, y cuando el Comité Federal o Sínodo de los Fieles ha bendecido a su Pastor y Príncipe, muy aplaudido al hablar de la amnistía en nombre de España, o sea, de Él.
Todos menos Page y los suyos, que no han abrazado la Vía Patriótica del presi, del Pedro que aprendió mucho de su antecesor: negó tres veces a Jesús y luego cambió de opinión para refirmar tres veces su amor por Él.
Leo que Pedro aceptó in extremis posar con la Heredera de la Corona. Él no quería esa foto, cuentan, por si acaso ello desagradaba a Puchi y a todos sus otros socios que no acudieron al juramento de la Constitución de Doña Leonor.
También por si su belleza quedaba ensombrecida por la fuerza carismática de la Princesa en tiempos de «leonormanía». De estos socios se dice muy coñonamente que no se sumaron a la fiesta porque la Princesa Leonor tendría que haber jurado «por imperativo legal» o «por la república». Pero tampoco hay que olvidar que después de Todos los Santos llega el Día de los Difuntos.
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