El diario de Amilibia: Él ya está en la vía patriótica

Es que me tienen viviendo sin vivir en mí: Aragonès habló de la vía escocesa, ahora Junqueras habla de la vía irlandesa y, para colmo, Núñez Feijóo se empecina en circular por una tercera vía que al parecer nos lleva rectos al autonomismo cordial de conciliación simpática con el nacionalismo moderado vasco, catalán y gallego y, de paso, al "respeto a Puigdemont porque es más sincero que Sánchez". Además, propone, en esa misma tercera vía y sin descansar para tomar un carajillo en Miranda de Ebro, que Cataluña se defina como nacionalidad histórica. Chismorrean que al líder pepero le va a brotar pronto un Page que le dirá, respetuosamente y siempre después de un abrazo, que la única tercera vía que le gustaba era aquella del cine español que proponía el productor Dibildos para la transición fina del destape despelotado al cine de autor.

Él se ha situado definitivamente en la Vía Patriótica. Un día le preguntó Patxi López si sabía lo que era una nación, y enmudeció. Pero ahora tiene ya clarísimo qué es España: es Él, toda Él y nada más que Él. Por eso ya habla en el nombre de España, en el interés de España y en defensa de la convivencia en España. Podría parodiar a Carmen Sevilla en «Carmen de España» y cantar: «Pedro de España, manolo/ Pedro de España, valiente/ Pedro con bata de cola/ pero cristiano y decente». Y luego, el consejo de ministros recibiéndole en la Moncloa agitando banderas rojigualdas y entonando el «Yo soy español, español, español, español».

Se le humedecerán los ojos y la Yoli, tocada con un clavel reventón en la rubia melena alborotada, le abrazará con ardor legionario y le besará como la gallega cuando besa de verdad. Vía Patriótica, amnistía patriótica.