Confesión
Elena Tablada pone contra las cuerdas Javier Ungría y desvela la manía que le tenía a su hija Ella: "David no lo sabe"
La diseñadora, a corazón abierto, ha relatado uno de los mayores problemas que tuvo en su matrimonio con el empresario
Elena Tablada vuelve a la televisión tras su paso por "Bailando con las estrellas". La empresaria es la nueva protagonista del documental "Me quedo conmigo", disponible desde hoy en Mitele. En él, la televisiva se ha abierto en canal junto a una psicóloga y ha desvelado algunos detalles desconocidos de su vida sobre su relación con Bisbal, su separación con Javier Ungría o la desconfianza que siente hacia su madre, Nealé, encargada de filtrar a la prensa algunos detalles de su vida con el artista durante su romance.
una de sus declaraciones que más está dando de qué hablar ha sido sobre la mala sintonía que tenía Javier Ungría con su hija mayor, fruto de su relación con Bisbal. La empresaria vuelve a poner contra las cuerdas a su exmarido con este testimonio que no ha dejado indiferente a nadie y que, seguro, no habrá sentado nada bien a los protagonistas de esta historia.
Según ha relatado Elena Tablada en "Me quedo conmigo", la relación de su hija mayor con Javier Ungría fue uno de los detonantes de romper su matrimonio. "Yo seguía pensando que él tenía que madurar, que no podía ser así, no me entraba en la cabeza... Todo esto empezó cuando nació Camila, hasta que ya un día me lo dijo así: "Tenemos que hablar, nunca más voy a hacer un viaje con Ella, le he cogido manía. Hay cosas que hace que no aguanto y hay cosas que no hace que no aguanto también'", ha comenzado diciendo la empresaria.
"David no lo sabía. Yo cuando decidí separarme le dije: "Oye mira, la relación entre Javier y Ella no está fluyendo como a mí me gustaría". Ella es una niña muy buena, muy calladita, no es contestona... Pero ella normalizaba que eso fuese así desde que nació Camila. A mí se me partía el corazón y cuando me dijo eso le dije: "Te tienes que ir'", ha desvelado Elena sobre el final de su matrimonio. "Intenté juntarles yendo a terapia, mil cosas... Pero al final, si no quieres no se puede. Y fue lo mejor que me pasó. Si tú le dices eso a una madre de su hija, teniendo un hijo ya, es que no estás empatizando ni con la paternidad ni con la maternidad, ni nada. Es una bestialidad decirle eso a una persona. Todo era perfecto hasta que nos pasamos, ahí empezó a asomar la patita y ya cuando nació Camila ya salió todo".
Esta situación aún le pesa y siente mucha culpabilidad por no haberse puesto más en su sitio desde el principio respecto al conflicto. De hecho, todavía está luchando por desprenderse de esa sensación, más de dos años después de su ruptura con Ungría. "Seguía intentándolo y tragando, no me cabía en la cabeza", ha declarado Elena, con tristeza, sobre el asunto. Finalmente, a pesar de sus intentos, su matrimonio no funcionó.
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