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Ignacio Ruíz-Gallardón y Nerea Zabala contraen matrimonio en Madrid: todos los detalles
El novio, hijo menor del exministro, ha llegado a la iglesia de Santa Bárbara del brazo de su madre, María del Mar Utrera

El hijo menor menor de Alberto Ruíz-Gallardón y su mujer, María del Mar Utrera, Ignacio Ruíz-Gallardón, se ha casado este sábado 1 de marzo con Nerea Zabala, en la Iglesia de Santa Bárbara de Madrid, una de las más reclamadas por la jet set y la aristocracia española para sus bodas. La ceremonia se ha celebrado a las 11:30 de la mañana, con todos sus seres queridos como testigos.

El hijo del exministro de Justicia durante el gobierno de Mariano Rajoy llegó a la iglesia con sus padres y juntos esperaron en la puerta la llegada de los invitados. Visiblemente feliz, accedió al templo del brazo de su madre. La lluvia que caía sobre la capital obligó a la novia, Nerea Zabala, a protegerse del agua. Mientras su padre la cubría con un paraguas, ella se ocupó de recoger la cola del vestido para evitar que rozase el suelo mojado. A pesar del incidente, no perdió en ningún momento su sonrisa. Una vez dentro de la iglesia, se encontró con el novio para darse el "sí, quiero".

Aunque la ceremonia ha tenido un tono discreto, no han faltado los seres más allegados, como Celia Vega Penichet, sobrina de Ana Obregón, y su pareja, Fernando Gómez Fortún.

Terminada la ceremonia, Ignacio Ruíz-Gallardón y Nerea Zabala abandonaron la iglesia Santa Bárbara, ubicada en el barrio de las Salesas, cogidos de la mano y sonrientes. El novio le abrió la puerta del coche nupcial a su ya flamante esposa para dirigirse, junto al resto de los invitados, al lugar escogido para el convite: La Gaivota. La finca, una de las más exclusivas de la capital, está situada en el distrito Moncloa-Aravaca y cuenta con casi 10.000 metros cuadrados de superficie. Su nombre es un tributo a la región de origen de la mujer del dueño del terreno en el S.XIX.

Ignacio ha lucido un traje de chaqué con camisa blanca y corbata azul celeste. Su padre ha optado también por esta prenda protocolaria. La madrina ha escogido un estilismo en tono burdeos compuesto por un abrigo con estampado de hojas que ha completado con una diadema y zapatos de tacón alto.

La novia ha lucido un diseño sencillo, con chaqueta cropped de manga larga y falda recta acabada en sutiles volantes y una pequeña cola. Como accesorios, unos zapatos de tacón destalonados con puntera cuadrada, un largo velo de tul, un adorno floral bordado y un bouquet monocolor.
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