Entrevista
Jenny Llada se enfrenta a su examiga Bárbara Rey: "Si sigue insinuando cosas que atenten contra mi honor, llegaré hasta donde tenga que llegar"
Era su vecina y confidente, la propietaria de la casa desde la que se tomaron las fotografías de la vedette junto al Rey Juan Carlos I que vieron la luz la semana pasada
Fueron íntimas amigas, confidentes, vecinas, y ahora mantienen una guerra dialéctica sin fin. Jenny Llada y Bárbara Rey rompieron hace años su entrañable relación y la primera habla con nosotros. Es tajante al referirse a la segunda: “Si sigue insinuando cosas que atenten a mi honor llegaré hasta donde tenga que llegar”.
-¿No estaba al tanto de qué las imágenes de ella con el Rey Juan Carlos I se hicieron desde su casa?
-No tenía ni idea. Y si como dice Bárbara no fue su hijo Ángel quien hizo las fotos, ¿por qué le dejó las llaves de mi casa a otra persona sin mi permiso? O sea que alguien desconocido por mí entró en mi propiedad y estuvo horas en el interior sin yo saberlo. Eso es una falta de respeto, y más cuando ella era íntima amiga mía.
-Además, cuando dejó de vivir allí seguían entrando en su chalet…
-Otra falta de respeto. Me fui de allí para instalarme en un piso en Madrid capital, y me he enterado de que alguien relacionado con Bárbara utilizaba mi teléfono y mi fax para a saber qué maniobras. Desde allí enviaba mensajes a personas importantes… a mis espaldas. Nunca me dijo que utilizaba mi casa para esas cosas.
-También deja entrever que nunca le hablo de su relación sentimental con el Rey Juan Carlos.
-Eso no es cierto. No es que me contara las mayores intimidades, pero sí que me tenia al tanto de aquella relación. Hablamos del tema muchas veces, me hacía muchas confidencias. Me lo contaba como si fuera algo normal, sin pelos y señales, pero lo hacía.
-¿Por qué dice ahora que se preocupe usted más de los hombres que entraban y salían de su domicilio, qué quiere dar a entender?
-Eso es una puñalada bajera, porque, ¿quién iba a entrar ahí, si yo vivía con mi madre, mi hija, mi tía y mi tío que estaba enfermo de cáncer? Imagínate cuántos hombres “malos” podían entrar en casa. Lo único que pretende es hacer daño. Y te repito que si sigue diciendo cosas que me pueden ofender gravemente nos encontraremos donde haga falta… En fin, que eso que dijo es una tontería. Mire, yo no me meto en lo que hizo o dejó de hacer, es que no me importa. He sabido siempre su relación con el Rey y nunca le he preguntado. Me daba igual. Yo fui una buena amiga y una buena vecina. Se le debe haber olvidado. Porque la he querido mucho, y si nuestra amistad se rompió fue por circunstancias de la vida. Qué le vamos a hacer…
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