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Lola Doll: la influencer de la belleza digital que lucha por su vida tras un brutal tiroteo

Entre la música, el maquillaje y la tragedia, la estrella de Georgetown se debate entre el mito y la fragilidad humana

Lola Doll, influencer
Lola Doll, influencerRedes Sociales

La escena parece sacada de un thriller urbano, pero sucedió en la vida real: la influencer y cantante Lola Doll, referente del maquillaje en redes sociales y voz emergente del danceball guyanés, está hospitalizada en estado crítico tras recibir ocho disparos cuando se encontraba dentro de su coche, aparcado frente a su casa en Georgetown. Tenía 33 años. Su hermano fue quien la encontró, desangrándose antes de trasladarla de urgencia al Hospital Público de la capital.

Las imágenes de una cámara de seguridad -un motociclista que se acerca, se detiene, desciende y abre fuego a quemarropa antes de escapar- han recorrido medios y redes, desatando un debate que mezcla el horror del crimen con la fascinación por la celebridad.

"Si vieran la sangre saliendo a borbotones... Pero mi hermana es una luchadora", confesó entre lágrimas su hermano, en declaraciones que han encendido aún más la empatía de sus seguidores. Y es que Amanda Callender, su nombre real era mucho más que una influencer: empresaria, maquilladora autodidacta y artista discográfica, representaba un nuevo modelo de mujer caribeña que se abría camino en la era digital.

El caso ha destapado aristas inquietantes. La policía guyanesa, tras detener y liberar bajo fianza a un primer sospechoso, ha interrogado al empresario Paul Daby Jr., señalado en informes internacionales por vínculos con el narcotráfico. La sombra del crimen organizado planea ahora sobre un ataque cuyo movil sigue siendo un misterio.

Mientras tanto, las redes se han convertido en un improvisado altar digital. Con más de 54.000 seguidores en Instagram, la etiqueta #PrayForLolaDoll acumula miles de mensajes que mezclan plegarias, indignación y recuerdos de sus videos de maquillaje en los que enseñaba desde técnicas de contouring hasta looks imposibles que luego replicaban miles de jóvenes.

Su trayectoria musical refuerza la leyenda. Desde 2010, cuando comenzó a crear contenido, Lola Doll alternó tutoriales de belleza con una carrera sonora que despegó gracias a temas como "Snatched", "Cement Body" o "Lola´s Diary", himnos bailables que fusionaban danceball y soca con letras que hablaban de empoderamiento y deseo. En sus videoclips, coreografiados y brillantes, aparecía siempre impecable, encuelta en una estética atrevida que la convirtió en un ícono digital del Caribe anglófono.

No era, sin embargo, una vida exenta de polémicas. En 2023 fue condenada a pagar 800.000 dólares por daños derivados de una agresión. Pero la misma intensidad con que vivía sus luces la aplicaba a sus sombras, y eso la hacía irresistible para una generación acostumbrada a las estrellas imperfectas, humanas.

Hoy, mientras los médicos aseguran que su estado se ha estabilizado, el país entero se pregunta si Lola Doll podrá volver a reinventarse tras este atentado.

Porque, más allá del misterio policial, lo que late en esta tragedia es el mito de una mujer que convirtió su rostro en lienzo, su vida en espectáculo y ahora su supervivencia en la narrativa más desgarradora de todas.