Convoca a los medios

Manuel Díaz "El Cordobés" se desnuda y hace historia: «Nunca reclamaría nada del patrimonio de mi padre»

El torero ha hablado durante casi dos horas para los medios, y ha aclarado todas las dudas e interrogantes sobre el pasado, presente y futuro junto a su padre, Manuel Benítez

Manuel Díaz "El Cordobés"
Manuel Díaz "El Cordobés" Gtres

Manuel Díaz "El Cordobés" ha protagonizado este martes algo insólito y muy poco habitual. El torero ha convocado a todos los medios de comunicación, entre los que se encontraba LA RAZÓN', para explicar con todo lujo de detalles cómo ha sido el encuentro con su padre, Manuel Benítez, y todo lo que le ha llevado a ello tras una larga lucha. Lo ha hecho de forma totalmente desinteresada y sin ningún tipo de exclusiva (lo cual hubiese sido lícito y por lo que le hubiesen pagado una alta cantidad), demostrando una gran generosidad.

El Cordobés realiza declaraciones sobre el acercamiento a su padre
El Cordobés realiza declaraciones sobre el acercamiento a su padre Juan Carlos HidalgoAgencia EFE

Sin poder contener la emoción en varias ocasiones y con la imagen de fondo que publicó este en su cuenta de Instagram en la que aparecen felices padre e hijo, Manuel se mostró a corazón abierto a la hora de contar lo que supuso para él encontrarse con la persona por la que llevaba luchando toda una vida: “Es la primera que yo escucho la palabra que llevaba toda mi vida queriendo escuchar. Voy con el coche, me está esperando en el camino, me hace un gesto con los brazos y me dice: ‘Hijo. Todo llega. Ya estamos aquí’. En ese momento es donde hemos nacido los dos. Lo demás ya no tiene sentido. Yo le escuché decir ‘hijo’ y esas palabras saliendo de su boca se me clavaron dentro”, ha contado transmitiendo una gran verdad.

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A pesar de que durante los últimos años han sido varias las personas que han intentado provocar ese acercamiento entre ambos, llega el día en el que, por fin, le surge la oportunidad de que se produzca lo que tanto desea: "Ese día mi corazón me dice que lo intente porque es lo que realmente quiero y lo que me gustaría que pasara. Me digo a mi mismo que qué es lo que estoy haciendo, pero que lo peor que puede pasar es un 'no', y con ese 'no' llevo toda mi vida. En ese momento decido, por primera vez en mi vida, tomar las riendas sin que haya un tercero por medio. Y decido ser yo el que habla por mí mismo por una vez en la vida”, explica.

"Cuando entramos en contacto por primera vez, esto se convierte en algo tan profundo, tan mío, que no lo quería perder. Esto lo voy a llevar a cabo hasta el final. Esto lo necesito por mí y necesitaba verlo a medio metro de mí porque era algo vital en mi vida. Y surge ese contacto, al principio telefónico. Hasta que llega el día que decidimos vernos y a mí me permiten un poco que sea como yo quería que fuese, una reunión donde estuviésemos solo las personas que yo quería: Mari Ángeles, su compañera, Virginia, mi mujer, y nosotros”, cuenta.

“Yo decido ir a verlo. Ese día me paré en la cuneta llegando a su finca porque yo no paraba de temblar. Tenía una cosa por dentro… Menos mal que Virginia estaba conmigo porque si no me hubiese desmayado. Estaba muy nervioso, y mira qué he estado en cosas difíciles", asegura, haciendo hincapié en la emoción que sintió al escuchar la palabra 'hijo'.

El torero Manuel Benitez " El Cordobes " con su hijo Manuel Diaz " El Cordobes "
El torero Manuel Benitez " El Cordobes " con su hijo Manuel Diaz " El Cordobes " Gtres

Después de su encuentro, sobre el que tampoco ha querido entrar en detalles, "El Cordobés" confiesa que su madre es "un ser humano muy especial, atrae y te impacta porque te habla con los ojos y no con las palabras". Las primeras palabras que ambos compartieron fueron el perdón del uno hacia el otro por todo lo que hubiese ocurrido en el pasado. "Qué más da lo que haya pasado antes o después. Ya era nuestro momento, lo que yo necesitaba. Y necesitaba que eso fluyera y fuera avanzando. Yo no tenía prisa. Ya tenía el reconocimiento más grande que se puede sentir. Lo demás sobraba. Es como si separas dos piezas y te llevas una a cada lado del mundo muchos años y cuando se juntan encajan perfectamente. No había palabras, no había reproches. No existían, porque era nuestro aquello, nuestro momento”, explica, asegurando que su única felicidad es la de recuperar a su progenitor, renunciando a todo lo que tenga que ver con su herencia y patrimonio.