Cumpleaños del cantante

Miranda Rjnsburger, la fiel terrateniente de Julio Iglesias en España

Siempre ha estado en la sombra, pero administra las empresas españolas del cantante que hoy cumple 80 años (y encara sus discretas pérdidas).

Julio Iglesias y Miranda en la boda de la hija de José María Aznar
Julio Iglesias y Miranda en la boda de la hija de José María AznarLuis SevillanoLa Razón

Julio Iglesias cumple hoy 80 años y quiere morirse en su país: «España, nunca me iré de aquí. De todas las casas que tengo por el mundo, mi autentico hogar es Cuatro Lunas. Que bueno es ir a dormir ahí, cuando me bajo del escenario ya estoy en casa». Estas palabras del cantante Julio Iglesias retumban en Marbella desde el día en el que dio su último concierto en «La ciudad del Canto sin dueño». Allí, donde manifestó públicamente que su casa favorita, de todo el inmenso patrimonio que posee por el mundo, era la de la Sierra de Ojén. Una mansión que, en realidad, no es suya sino de su fiel terrateniente y esposa Miranda Rijnsburger. Desde hace décadas el intérprete ya no tiene negocios en España, es su mujer, la holandesa Miranda, la que maneja todo el emporio empresarial del artista en nuestro país. Pocos saben que la segunda esposa de Julio Iglesias es la administradora de la mítica finca a través de dos sociedades: una Androsemo SL, que tiene 7.822.940 de euros de activo y no presenta cuentas. Según ha sabido LA RAZÓN, esta sociedad inmobiliaria cerró en 2021 perdiendo 180.000 euros, y poseía un activo de más de cinco millones. La otra sociedad que administra Cuatro Lunas, que también se dedica a la promoción inmobiliaria, es Bellevue Costa del Sol SL, y de la que este último año no hay datos públicos en el registro. En el año 2017 cerró con pérdidas testimoniales y un activo de 4.600.000 euros.

Julio Iglesias y Miranda, en una imagen de archivo
Julio Iglesias y Miranda, en una imagen de archivolarazon

Unos de los datos que llamaron poderosamente la atención en su día es que la esposa del cantante, compartió la gestión de una de estas sociedades con un polémico abogado marbellí de origen catalán envuelto en asuntos oscuros. Se trataba de Antonio Fortuny vinculado a la operación «Troyca» y la operación rusa «Variola», y al que anticorrupción ya había detenido en dos ocasiones. La modelo nunca quiso entrar en estos extremos, cuando se le ha puesto el micrófono en Marbella y le hemos preguntado por su socio. El caso es que en cuanto a la información de que Miranda y Fortuny eran socios se hizo pública en 2017 en los medios de comunicación, el abogado desapareció de los papeles registrales y desde 2018 ya solo aparece la holandesa como administradora única.

Según los datos a los que hemos tenido acceso en este medio, las dos sociedades dan trabajo actualmente en Cuatro Lunas a cinco personas. Sabemos que, a principios de año, fueron despedidos varios empleados de la finca, entre ellos, el capataz que se ocupaba del cuidado de los caballos. Este verano la familia Iglesias ha estado ausente en las Cuatro Lunas, a no ser por las intermitentes visitas del hijo de Julio, Miguel Iglesias, ninguno del clan ha pisado el terruño ojeneto. La mansión solo fue noticia en el estío, porque Ivanka Trump y su marido, Jared Kushner, que pasearon su amor por diferentes países, pasaron unos días con su hija Arabella, en la casa de Julio Iglesias.

¿La casa en venta?

El cantante no aparece en Ojén desde el verano de 2022 cuando pasó unos días solo sin su esposa. Hace pocos años, la casa favorita del cantante aparecía en venta en cinco inmobiliarias de lujo españolas. La forma de venta llevaba adscrita unas condiciones de confidencialidad para no dejar ningún fleco suelto. La descripción de la vivienda detallaba, como si de un vídeo se tratase, cada uno de los rincones de la finca, con la finalidad de que «no tenga que entrar nadie. Solo los que realmente tienen el suficiente poder económico para poder adquirirla», según informó una de las inmobiliarias a LA RAZÓN. Antes de entrar a Cuatro Lunas para verla, el cliente debía depositar en la inmobiliaria una provisión de fondos. Cuando la finca fue adquirida por la sociedad de Miranda Rijnsburger, una parte (la de Ojén) pertenecía por aquel entonces a un jeque libanés que se la vendió con muebles incluidos y la parte de Marbella era propiedad de Curro Romero, que la compró cuando estaba casado con Concha Márquez Piquer. Hace quince años, se decidió adoptar un acuerdo salomónico en Urbanismo, partiendo por la mitad los dos terrenos. Ahora la casa pertenece a Ojén y la parte de la piscina está situada en Marbella.

Una de las zonas favoritas de Cuatro Lunas es la bodega donde hospeda 2.000 botellas. Incluidos sus botellas de Vega Sicilia, el vino con el que siempre le gusta obsequiarnos a los periodistas. Sus más de 450 hectáreas dan para mucho. En medio de su particular bosque animado, un inmenso alcornocal de árboles centenarios, donde el mismo artista había mandado construir un par de huertos ecológicos y donde planta sus propias frutas y verduras bordeando toda la finca. El día que su huerto se quemó Julio exclamó: «¡Lamento tanto lo que ha pasado! Mis árboles, traídos de todo el mundo y que yo mismo planté con tanto cariño, ahora ya no están. Ellos me daban vida cada vez que los miraba».

La casa principal, donde Curro Romero dio algún que otro capotazo, tiene la joya de la corona: una suite de 400 metros cuadrados que fue el recinto nupcial donde celebró el cantante su noche de boda con Miranda. Desde esta finca las gemelas Victoria y Cristina han sacado diferentes instantáneas que luego han mostrado en redes. Lo que llama la atención son los ocho cuartos de baños, cinco para el servicio, y tres para la familia. Miranda gestiona la finca con mano firme pero con discreción. Es administradora única de todo el patrimonio español de Julio en la sombra. El octogenario cantante decidió hace mucho no tener nada a su nombre en nuestro país.