Nueva pareja

María Cerqueira se "encaprichó" de Cayetano Rivera el mismo día que le conoció

Se conocieron en mayo del 2019, en la entrevista que María Cerqueira realizó a Cayetano Rivera para la cadena televisiva TVI, la segunda más vista de Portugal, en la plaza de toros lisboeta de "Campo pequeño”.

Maria Cerqueira Gomes, nueva pareja de Cayetano Rivera
Maria Cerqueira Gomes, nueva pareja de Cayetano RiveraMaria Cerqueira Gomes Instagram

Se conocieron en mayo del 2019, en la entrevista que María Cerqueira realizó a Cayetano Rivera para la cadena televisiva TVI, la segunda más vista de Portugal, en la plaza de toros lisboeta de “Campo pequeño”. Ella quedó impactada por el torero, no se puede decir que fuera un flechazo pero casi. Y ese mismo día ya colgaba en su Instagram una imagen suya con el hijo de la desaparecida Carmina Ordoñez y con un mensaje que presagiaba su interés por el diestro. En aquel momento, Cayetano vivía momentos felices con Eva González y no le dio mayor importancia a aquel encuentro, pero los dos se intercambiaron sus números de teléfono con vistas a futuras entrevistas. ¿O algo más?Dicen que, desde entonces, hablaron en varias ocasiones, y hoy que los dos están libres de compromisos sentimentales, ella se separó en el 2022 de su hasta entonces marido, Antonio Miguel Cardoso, y él a finales de ese mismo año de Eva, parece que han iniciado un idilio que ha sido todo un acontecimiento entre los medios de comunicación lusitanos.Un compañero de María, Joao C. , ha declarado que “a ella siempre le ha gustado Cayetano, hablaba maravillas de ese hombre, se notaba que le había dejado huella. Y cuando su matrimonio acabó en ruptura y se enteró meses después de que el de Rivera también, dio el paso de contactar con él. Aquella conversación generó una cita y, suponemos, el inicio de una relación sentimental. Aquí en Portugal todos pensamos que hacen muy buena pareja”.En el entorno de Eva se rumorea que su marido podría haber visto con la periodista portuguesa antes de hacerse pública su separación matrimonial aunque no existen pruebas que lo demuestren, al contrario de lo que ocurrió hace unos años con la canaria Karelys, con la que le pillaron en Londres.