Barron Trump, de donjuán en el campus a una presencia casi fantasmagórica

Frente al duelo de egos inflados hasta el absurdo que escenifican Donald Trump y Elon Musk casi a diario en la Casa Blanca, Barron, el hijo menor del presidente, está llamando la atención por su presencia casi fantasmagórica en la Universidad de Nueva York, en la que ingresó en septiembre de 2024.

Barron se matriculó en la Escuela de Negocios Stern de esta universidad, situada a solo 20 minutos de la Torre Trump. Su discretísimo perfil es sobrecogedor si recordamos que en su debut universitario la prensa internacional se hizo eco del éxito entre las jóvenes universitarias y sus incipientes maneras de donjuán. Quienes le han conocido en la lujosa residencia familiar de Mar-a-Lago, en Florida, coinciden en algunos rasgos que definen a Barron, como confianza en sí mismo, serenidad y carisma.

Esta personalidad trasladada al entorno universitario despierta cierta intriga y, sobre todo, curiosidad. ¿Cómo no va a despertar expectación el hijo de Melania y Donald Trump? ¿Cómo debe comportarse un alumno cuando su compañero camina rodeado de fuertes medidas de seguridad? ¿Cómo debe actuar él sabiendo que cada gesto es capturado y compartido inmediatamente en redes sociales? Algún estudiante ha comentado que trataron de hacerle un hueco en el equipo de baloncesto, pero, aunque mostró un interés inicial, finalmente la idea de saberse rodeados de agentes del Servicio Secreto les hizo desistir.

Tampoco Barron parece dispuesto a que su vida social en el campus pueda provocar imágenes que se viralicen en redes sociales, como ocurre habitualmente con otros hijos de famosos o políticos. Ni acude a eventos públicos ni maneja redes sociales. La llegada de Donald Trump ha acentuado este tipo de precauciones. Incluso la posibilidad de emprender, junto a otros dos jóvenes, se ha disipado, según informó "Newsweek", para no llamar la atención. Al menos de momento. Cuando se gradúe, en 2028, el mandato de su padre estará llegando a su fin y no le faltarán oportunidades de crear negocios. "Es el tipo de persona que puede construir una empresa que puede cotizar en Bolsa, pero también puede sentarse y tomar una cerveza con el hombre que dirige su planta de fabricación", comentó el influencer Justin Waller, una persona cercana a Trump.

La primera interesada en proteger su vida privada es Melania Trump, quien no duda en salir en defensa de su hijo cuando algún comentario o publicación pueda dañarle. Es el caso de los rumores que se levantaron acerca de un hipotético grado de autismo que ella misma desmintió. En su libro de memorias detalló el disgusto que supuso para la familia y el impacto que tuvo en Barron: "Sufrió un daño irreparable", escribió.