Vacaciones estuviales
Cospedal: «Se me nota en la cara que dejé la política, estoy tranquila»
La ex presidenta de Castilla-La Mancha se sincera en LA RAZÓN sobre cómo ha pasado su verano en Marbella
María Dolores de Cospedal ya está en Marbella. Llegó con su marido Ignacio López del Hierro y su hijo Ricardo, para pasar, como ella misma cuenta a LA RAZÓN, «unas vacaciones tranquilas y en familia, que es como disfrutamos juntos».
Un descanso merecido después de un año difícil, ya que su padre, Ricardo de Cospedal, fallecía este mes de mayo. Momentos duros y agrios que ahora trata de dulcificar arropada por sus familiares. Vemos a la expolítica en el recinto del festival Starlite Occident, el reclamo marbellí de numerosos rostros conocidos y VIP’s, desde Victoria Federica de Marichalar hasta Antonio Banderas. Cospedal no ha sido menos y este verano se ha dejado ver en varios conciertos con su esposo. Dejar la política, de la que se alejó hace ya cinco años, le ha sentado bien, e incluso bromea cuando los fotógrafos acreditados al evento le piden que pose para ellos en el photocall: «¡Qué no soy artista, eh!». No le gusta nada salir en los medios, pero es consciente de la proyección pública que alcanzó en su día y que aún mantiene y acepta de buen grado unas fotografías, aunque sola. Su pareja es muy discreta, se aleja todo lo que puede de los focos y se aparta cuando ve una cámara.
Fan de Raphael
María Dolores nos habla de estas noches de verano como únicas: «Este año solo tocan vacaciones en Marbella. Y como estamos aquí, aprovecho para venir a ver a Raphael, que es un icono de la música internacional y siempre hay que estar con él». Durante el concierto demostró que es fan de los pies a la cabeza y acompañó al artista en todas sus canciones, aunque su tema favorito es «Estar enamorado», cuya letra entonaba al tiempo que movía sus caderas. La letrada bailó y cantó entregada al de Linares. En el palco lucía una figura esbelta y alegre. La que fue presidenta de Castilla la Mancha ha perdido algo de peso y lo cierto es que puede presumir –aunque no lo hace– de muy buen aspecto físico, una belleza que la acompaña desde que se ha quitado unos cuantos «pesos de encima». Le comentamos que se le ve bien y le pedimos que confiese el secreto de su buena silueta y rostro impecable. ¿Una dieta? Nada de eso. «Desde que dejé la política, mi vida es mucho más tranquila, y será eso lo que se me nota en la cara», señala.
Sus paseos por Guadalmina
A María Dolores de Cospedal le gusta veranear en la misma urbanización en la que tienen su mansión José María Aznar y Ana Botella. Su marido Ignacio del Hierro cuenta con una propiedad en el edificio El Cormorán. En esta zona exclusiva de Marbella es habitual verla dando paseos con ropa deportiva para mantenerse en forma. Bañitos en la playa como los que la llevaron a ser portada de revista, luciendo un bikini negro en las playas de Marbella, en otros tiempos en los que era mandataria del PP. Pero esos momentos han quedado atrás y ahora sustituye ese look por una gran pamela y gafas oscuras para que no la reconozcan cuando va a tomar el aperitivo al club de playa de Guadalmina. Las noches suelen ser más diversas y van desde la música de Starlite a alguna cena que otra en El Ancla o en El Trocadero, donde les gusta reunirse con sus amigos.
La expolítica siempre se ha manifestado como conservadora en muchos aspectos, pero con una vida poco convencional. Su hijo Ricardo, nombre que le puso por su padre, al que idolatra, ya está hecho un hombrecito. Cospedal fue madre soltera a los 40 años y se casó por lo civil, con el que es ahora su segundo marido, a quien defiende contra viento y marea siempre que su nombre sale a la palestra. Nunca se separa de él. Otro concierto en el que los vimos juntos otro año fue el del homenaje a las mujeres, que Starlite preparó a favor de la igualdad y el entendimiento. Allí, las artistas que protagonizaban el concierto fueron, entre otras, Amaia, Ana Guerra, La Mari de Chambao, Marilia, Vicky Larraz , Sole Giménez, Rosa López o Lorena Gómez . La reivindicación de Dolores de Cospedal para las mujeres ha sido una constante y se moja sobre las cuestiones femeninas cuando le preguntan. Como ella siempre ha dicho, «las mujeres en determinados puestos tenemos que demostrar que los merecemos y se nos juzga más severamente que a ellos. También nos han inculcado ese complejo de no creérnoslo, de pensar que no merecemos estar ahí».
Discreción y poco postureo
La que fue denominada como «la dama de hierro del PP español» parece otra ahora. Atrás ha quedado esa época en la que ella misma convocaba a la prensa en un miniset en el hotel Guadalmina para denunciar, en pleno verano, las falacias del PSOE. Nada que ver con este año a la sombra donde todo es relax. Cospedal no ha tenido ninguna intención de figurar ni de sembrar polémica y está muy contenta de que estas vacaciones ningún fotógrafo haya captado imágenes de las que tanto le fastidian, según ella. Ahora descansada del ajetreo de Génova y vuelve con el espíritu renovado a Madrid para encargarse de sus labores al margen de la política, como letrada, en una de las semanas decisivas para la familia de los populares.
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