Leo: «Anomalía democrática: un año con el puente roto entre Sánchez y Feijóo. Entre los dos líderes políticos sólo hay vacío: ni llamadas ni mensajes ni encuentros». Qué pena, le grito al televisor. Estoy convencido de que confraternizarían si se conocieran, pero, claro, con esa fría distancia de puente roto no hay manera ni llevándolos a «First Dates». Sólo hay vacío entre ellos, dicen, pero ¿qué tipo de vacío? ¿Existencial? ¿Interestelar? El vacío perfecto no existe, pero ¿el suyo se acerca al absoluto? ¿Sienten ambos el horror vacui? ¿Cómo pueden aguantar a diario el pánico o el vértigo atroz al asomarse a ese abismo? Terrible, sí, sobre todo en estas fechas tan señaladas.

Para aliviar un poco el puente roto, el colectivo United Unknown ha creado con la IA unos vídeos que están triunfando en las redes porque al personal le divierte ver en lo virtual lo que le repatea en la realidad. Han creado abrazos insospechados, sorprendentes. Todos con jersey navideños de arbolitos y renos, muy coloridos, se abrazan cariñosamente el Apolo de la Moncloa y Feijóo, la Yoli y Ayuso, Abascal y Rufián, Junqueras y Puchi, Errejón y Pablo Iglesias e incluso Don Juan Carlos I y Doña Sofía. Solo faltan Pablo Motos y David Broncano. El show ha encendido las redes como si les hubieran puesto «Las 50 sombras de Grey» en versión nacional.

Muchos dicen sentir miedo. ¿Por lo que se puede llegar a hacer con la IA o por el temor a que esas imágenes pudieran hacerse reales algún día? España solo está preparada para soportar tanto amor, tanto abrazo, tal derroche de afectos, en el metaverso. Demasiada miel. También algunos reflejan terror a que esas imágenes virtuales pudieran darse en un mundo íntimo, secreto, que desconocemos. No teman. Ni hartos de whisky. Sobre todo con esos jerseys.