Opinión

El diario de Amilibia: La Belarra conspira contra Doña Leonor

No nos basta con la guerra de los Pantoja, la de Bertín con sus embarazadas y la de Feijóo y Page contra la amnistía, que está al caer. Ya tenemos la guerra de la Belarra contra la Princesa de Asturias Patria Querida

Ione Belarra
Ione BelarraGtres

Ione Belarra ha manifestado que su formación trabaja para que la Princesa Leonor no sea Reina nunca jamás: quieren que la Monarquía caiga esta misma legislatura. Jo, qué ganas de arruinar los entusiasmos e ilusiones del pueblo cayetano que blandía banderas rojigualdas coronadas, qué afán aguafiestas en plan señorita Rottenmeier, la villana avinagrada que odiaba hasta a la inocente Heidi. Se pensaba que, entusiasmada en la batalla de llevar a Netanyahu al Tribunal de la Haya por crímenes de guerra y genocidio, la rojísima no tendría ya fuerzas para abrir otro frente, pero la Belarra bizarra puede con todo, ya ven.

Y además anima mucho el circo nacional. No nos basta con la guerra de los Pantoja, la de Bertín con sus embarazadas y la de Feijóo y Page contra la amnistía, que está al caer. Ya tenemos la guerra de la Belarra contra la Princesa de Asturias Patria Querida. De momento, cuentan las lenguas viperinas que Ione y su estado mayor ya se han encerrado en el búnker de las conspiraciones para estudiar a fondo y sin pausa (el tiempo apremia), cómo se las arreglaban Lenin y el padrecito Stalin en estos menesteres, por si surge alguna idea aprovechable. No hay noticia de que Doña Leonor haya recurrido a un James Bond para desbaratar los planes de Ione y sus Podemitas. Qué buen nombre para un grupo de rock duro.

Ione Belarra e Irene Montero
Ione Belarra e Irene Montero Jesús Hellín Europa Press

Como bufón no oficial del Reino que soy, creo que la Princesa debería tomarse esta guerra con sentido del humor, virtud que se le supone. Le aconsejaría parodiar, por ejemplo, la guerra de Gila y llamar un día a la Belarra y otro a Irene Montero y preguntar: «Oiga, ¿es el enemigo? ¿Van a avanzar mañana? ¿A las siete? ¿Y van a venir muchos?», etc.