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Plaza de San Pedro

El gesto irrespetuoso de algunos mandatarios al paso del féretro del Papa Francisco

Al menos 200.000 personas asistieron al funeral del pontífice y hubo un detalle que no pasó desapercibido

Funeral y entierro del Papa Francisco en Ciudad del Vaticano Stefano SpazianiEUROPAPRESS

Más de 250.000 personas se reunieron el sábado en la Plaza de San Pedro para despedir al Papa Francisco, fallecido el lunes 21 de abril. Entre ellas, líderes mundiales y miembros de la realeza, desde Donald Trump y Zelenski a los Reyes de España.

Antes de terminar la misa, el cardenal Re roció el ataúd con agua bendita e incienso para después trasladarlo de regreso a la Basílica de San Pedro. Aquí fue cuando se produjo uno de los momentos más incómodos del funeral.

Actitud inoportuna

Al paso del féretro, la gran mayoría de los asistentes guardó respeto absoluto. Sin embargo, varios de los mandatarios, ubicados en las primeras filas de la Plaza de San Pedro, no se resistieron a sacar sus móviles para tomar fotografías y vídeos del momento. Donald Trump, Emmanuel Macron o el presidente finlandés Alexander Stubb le rindieron tributo con gesto serio, la mano en el corazón y con un discreto aplauso.

Funeral Papa FranciscoDAREK DELMANOWICZAgencia EFE

Mientras, en las filas de atrás se pudo ver a varios líderes internacionales con sus dispositivos en alto como si se tratase de un concierto de música pop o la danza nupcial de una pareja de recién casados.

Duelo colectivo

El paso del féretro es un momento cargado de simbolismo en cualquier ceremonia fúnebre. Es un rito de paso y simboliza el tránsito final de la persona fallecida, una despedida colectiva y solemne que permite que los presentes le rindan ese último homenaje mostrando unidad en el dolor.

Entre quienes capturaron esa imagen furtiva del ataúd del Papa estaban la presidenta de Suiza, Karin Keller-Sutter, y el vicepresidente del Parlamento de Uganda, Tomas Tayebwa, quien tuiteó una foto del ataúd a hombros del cortejo fúnebre mientras se dirigía hacia la basílica de Santa María La Mayor, donde el pontífice decidió reposar por su devoto de la Virgen Salus Populi Romani.

La misma situación se produjo durante los días previos a la ceremonia. Más de 150.000 personas pasaron por el féretro del Papa Francisco en la Basílica de San Pedro en el Vaticano durante los días que se mantuvo abierta la capilla ardiente. En las redes sociales se observó que algunas de ellas se tomaron selfies con el cuerpo fallecido, despertando una lógica oleada de críticas por parte de los usuarios.

El viernes, a las 19,00 h., se clausuró la capilla ardiente y se procedió a la ceremonia de cierre del féretro. En el acto ceremonia se leyó el Rogito, un acta con su vida y obra.