Centenario

Margaret Thatcher: dama de hierro ante el mundo, de escarcha en casa

Hoy habría cumplido cien años y, tal vez, la sociedad se mostraría más empática con su estilo de crianza

Margaret Thatcher
Margaret ThatcherGerald PennyAgencia AP

Como primera ministra británica, Margaret Thatcherse ganó el apelativo de Dama de Hierro. Lideró con mano férrea, aplastó la presión de los sindicatos y desmanteló muchas estructuras para liberar a la nación de esa imagen de "vieja enferma de Europa" que arrastraba. Como madre, la historia ha sido menos generosa con ella, más bien implacable. Hoy habría cumplido cien años y, tal vez, desde la perspectiva actual habría que cuestionar ese deshonroso lugar en el club de madres mediocres en el que también se colocó a la reina Isabel II por el estilo de crianza con sus cuatro hijos.

Su padre hizo de mentor

Nació en una época en la que las mujeres no ocupan puestos significativos en ningún lugar del mundo. Llegar a la cima de una potencia mundial habría sido impensable para una mujer nacida sobre la tienda de comestibles de su padre, Alfred Roberts. Pero este, que además era predicador y alcalde conservador, le dio las primeras lecciones de liderazgo y llenó su habitación de libros políticos. Asistían juntos a conferencias y la animaba a ponerse en pie y preguntar. Le enseñó también a modular su voz y las nociones más básicas de la retórica. El resto lo puso ella.

Margaret Thatcher
Margaret Thatcherlarazon

Contrajo matrimonio en 1951 con Denis Thatcher, un veterano de la Segunda Guerra Mundial e industrial divorciado. Tenía 25 años. Dos años después, embarazada de sus gemelos, Mark y Carol, empezó a estudiar Derecho y desde la habitación del hospital, inmediatamente después de dar a luz, solicitó su admisión en el Colegio de Abogados. En 1959 obtuvo su escaño en el Parlamento e inició un ascenso fulgurante.

Margaret Thatcher, junto a su marido Sir Denis
Margaret Thatcher, junto a su marido Sir Denislarazon

Consciente de su carácter, quiso proyectar una imagen maternal en su primera entrevista televisiva, donde antepuso la maternidad a cualquier responsabilidad política y habló junto a sus dos hijos, que entonces tenían seis años, sentados en el sofá. Realmente, se encontraba librando una guerra interna en su camino al número 10 de Downing Street, la residencia oficial como primera ministra. Cuando ganó las elecciones, en 1979, los niños ya eran adultos.

La dura tarea de compaginar poder y crianza

¿Qué pasó desde aquella primera aparición en televisión? Carol ofreció un relato desgarrador en un documental de la BBC: "Todos mis recuerdos de infancia de mi madre son simplemente de alguien que era una supermujer. Siempre estaba al límite, nunca se relajaba, hacía las tareas domésticas a toda velocidad para poder retomar la correspondencia parlamentaria o preparar un discurso·. Aunque fueron enviados a internados, la hija al describió en sus memorias como una madre a veces implicada. Incluso le enseñó a conducir.

Margaret Thatcher presentó a su nieto en la puerta de Downing Street
Margaret Thatcher presentó a su nieto en la puerta de Downing Streetlarazon

Según su biógrafo Charles Moore, Thatcher "no sabía jugar con los niños" ni tratarlos con mucha paciencia, aunque no pensaba que fuese insensible. En un documental de 2019 su exsecretario privado Lord Robin Butler recordó que en una ocasión Carol tuvo que esconderse en un armario para evitar que la vieran en vaqueros. Otro de sus secretarios, Lord Charles Powell, señaló que, como madre, fue un rotundo fracaso. Demasiado consentidora con Mark y demasiado severa con Carol. El momento familiar más turbio se vivió en 1982, cuando Mark desapareció durante seis días para participar en el Rally París-Dakar, en el desierto del Sahara, y la primera ministra no escatimó en gastos para localizarle.

"Tomé una vida diferente"

Ya septuagenaria, antes de que el alzhéimer borrase sus recuerdos, confesó en privado que la factura que le pasó la política desde la dimensión familiar fue demasiado costosa. En público, sin embargo, mantuvo su compostura de dama de hierro: "No se puede tener todo. Ha sido un gran privilegio ser primera ministra de mi país… Sí, desearía ver más a mis hijos. Ya no comemos juntos los domingos; ya no vamos de vacaciones a esquiar. Pero no me arrepiento. Y no he perdido a mis hijos. Ellos tienen sus vidas. Yo tomé una vida diferente”.