Opinión

Los sábados de Lomana: Acampadas o antisemitismo en nombre de la paz

La hipocresía de algunos universitarios está permitiendo de nuevo el odio al judío, a su humillación en las aulas

Carmen Lomana derrochando glamur.
Carmen Lomana derrochando glamur.@carmen_lomana

Me parece dolorosa e incomprensible la revuelta en las universidades a favor de Hamás y Palestina.¿Estamos locos? De nuevo se ataca a los judíos, precisamente en España, un país en el que es difícil encontrar un habitante que no tenga sangre judía. Los estudiantes de origen y religión judía están sufriendo insultos y vejaciones. Les llaman sionistas, genocidas y les hacen sentir como en la Alemania nazi. Les obligan a ocultar símbolos religiosos y les humillan con cánticos en su contra. Han escupido a una estudiante que llevaba un collar pidiendo la libertad de los secuestrados por Hamás.

Estudiantes de la Universidad de Zaragoza inician acampada indefinida en apoyo a Palestina
Estudiantes de la Universidad de Zaragoza inician acampada indefinida en apoyo a PalestinaToni GalanAgencia EFE

No olvidemos que fueron los palestinos quienes empezaron con una matanza en el festival de Música de Tribe of Nova, disparando indiscriminadamente a las personas que estaban disfrutando. Mataron a más de 260 personas, violaron a mujeres encima de los cadáveres de sus parejas y fueron apresados muchísimos rehenes. Más tarde atacaron, mientras dormían, a los habitantes del kibutz Reim, al sur de Israel.

La respuesta de Israel es absolutamente lógica y comprensible.Tienen que defenderse y poner en su sitio a los terroristas de Hamás, que se esconden como ratas entre la poblacion civil palestina. Conozco Israel y me impresionó la maravilla en la que han convertido un desierto en 75 años. Tel Aviv es un ciudad moderna llena de vida y de gente joven multiétnica. Una ciudad donde están los mejores centros tecnológicos , se investiga, se trabaja y aportan muchísimo a la sociedad occidental. Disponen de magníficas carreteras de las que se benefician los que viven al otro lado de la franja. Pero el pueblo judío tiene que estar permanentemente defendiéndose de los ataques terroristas. Su cupo de sufrimiento ya está cubierto y no quieren ni un muerto más. Todavía no se ha devuelto a los rehenes que Hamás se llevó en aquella noche terrorífica.

Los judíos han aportado los mayores avances a nuestra cultura occidental. Podemos citar nombres que han permitido que arraige la sabiduría y la ciencia en todas sus dimensiones. Desde el filósofo Moses Mendelsohn, ardiente defensor de los derechos de los judíos, a Albert Einstein, el científico más importante del siglo XX. Sin olvidar a Max Liebermann, Felix Nussbaum, Joseph Roth, Franz Kafka o Woody Allen.

Dentro de este disparate que tambien proviene de la actitud reaccionaria de nuestro presidente y algunos de sus ministros contra Israel, están los rectores de las universidades españolas pidiendo el alto el fuego y la suspensión de acuerdos con universidades israelíes de investigación que no estén comprometidos con la paz. Nuestros científicos, por supuesto, no aceptan estas condiciones que perjudican a proyectos muy importantes ya en marcha.

Otro ejemplo de esta persecución es la historiadora Laura Miró Bonnin, española no judía perteneciente a una familia mallorquina de la minoría llamada chueta, descendientes de judíos conversos que se refugiaron en la isla. Durante siglos vivieron marginados en la zona alta de Palma.Esta historiadora recuerda cómo sus abuelos vivieron una infancia con insultos y risas en el colegio al escuchar sus apellidos, explica Miró. Este «antichuetismo» es una forma de antisemitismo local que, por desgracia, está resurgiendo.

Hace unas semanas se vio señalada en la Universidad de las Islas Baleares, donde cursa su doctorado, en un acto de exaltación del grupo terrorista Hamás. Estos gestos deleznables están ocurriendo en nuestro país. Y yo pregunto: ¿Por qué no se actúa de igual forma contra Rusia y su presidente por ocupar Ucrania?