Gastronomía

Ronda de bares: Vinos y libros, maridaje perfecto

La barra es testigo imaginario de noches de ilusiones, música y lecturas compartidas. Porque en Pimiango, leer y beber son compatibles

Ronda de bares: Vinos y libros, maridaje perfecto
Ronda de bares: Vinos y libros, maridaje perfecto .

Parece una leyenda que los tabernarios no amen el libro, y mucho menos el fondo del vaso. Que las chanzas ganadas o perdidas en la barra sean incompatibles con la reflexión silenciosa que acompaña a la lectura. Sin embargo, en una minúscula aldea asturiana llamada Pimiamgo, se desmonta con alegría y contundencia esa idea preconcebida.

Aquí, un insólito tabernáculo ha recuperado el misterio del libro perdido y lo ha mezclado con el refugio del vaso lleno. Un lugar donde se puede beber y leer al mismo tiempo sin que nadie levante la ceja. La banda sonora es un viaje en sí misma: Bob Dylan, Tracy Chapman, a veces algo de Van Morrison o Sabina, según la hora y el ánimo del patrón.

En las mesas, antañones melenudos hojean viejas ediciones, miran el ordenador portátil o comentan las últimas páginas de un libro raro. Entre estanterías, otros se sientan a charlar de psicología, escoltados por manuales de arte o por esa siempre añorada literatura infantil que despierta memorias.

Estamos en la frontera invisible entre Cantabria y Asturias. Desde hace cinco años, esta taberna —que bien podría haber soñado Chesterton— acoge voluntades errantes, gente que ama la cultura y la anchoa a partes iguales.

Pimiango
Pimiango.

El menú es breve pero certero: una tablina de quesos que homenajea la tierra, anchoas en su punto justo de sal, alguna conserva noble, cerveza fría y vino con conversación incluida. El resto lo pone la imaginación: cada cliente es un personaje en un libro que se escribe en tiempo real.

Aquí el tiempo se detiene. O, mejor dicho, pasa a otra velocidad. La barra es testigo imaginario de noches de ilusiones, música y lecturas compartidas. Porque en Pimiango, leer y beber no solo son compatibles: son dos formas de la misma felicidad.