Reaparición

Marta Chávarri, el resurgir de una mujer de portada

Tras protagonizar las portadas más polémicas de los años 90, ha salido de su buscado ostracismo, gracias a la boda de su hijo Alvaro Falcó con la hija de Phillipe Junot, uno de sus amantes.

MARTA CHAVARRI POR LAS CALLES DE MADRID
MARTA CHAVARRI POR LAS CALLES DE MADRIDURM©EUROIMAGEN

Lo tenía todo para formar parte de la jet set de los años 80 y no defraudó: belleza, juventud, un espíritu libre y varios títulos nobiliarios. La biznieta más atractiva del conde de Romanones se casó en 1982 con el marqués de Cubas, hermano de Carlos Falcó, íntimos del Rey Juan Carlos y máximos exponentes de lo que entonces se llamaba la beautiful people.

Ella, al igual que su cuñada, Isabel Preysler, estaba llamada a convertirse en carne de portada por sus amoríos. Su oportunidad le llegó cuando se convirtió en la protagonista del escándalo más sonado de los 90 y que por sus implicaciones empresariales, no sólo copó los titulares de las revistas del corazón y páginas de periódicos. Marta y Alberto Cortina, marido de Alicia Koplowitz, con quién tenía 3 hijos, fueron fotografiados saliendo de un hotel en Venecia. El empresario presidía, junto a su primo Alberto Alcocer, Construcciones y Contratas, propiedad de sus respectivas esposas. El escándalo sexual acabaría con el puesto de Los Albertos en una de las empresas más importantes del IBEX 35 y el divorcio de los primos con las Koplowitz.

Aquel divorcio supuso un descalabro económico para la compañía constructora y la pérdida de la custodia de Marta de su único hijo, Álvaro. En junio de 1990, tras año y medio de negociaciones, las hermanas Koplowitz consiguieron sacar a los Albertos de la estructura societaria del grupo tras pagar más de 10.000 millones de pesetas y darles el control del Banco Zaragozano. La infidelidad se saldaba con uno de los mayores pelotazo de la historia empresarial española.

Unos meses después, en diciembre de 1991, Marta Chávarri y Alberto Cortina, se casaban para divorciarse cuatro años después. Marta se quedó con un piso en el barrio de Chamberí y una pensión de más de seis millones de las antiguas pesetas que le ha permitido vivir holgadamente el resto de su vida. Por su parte, Cortina se casó años después con Elena Cué, una joven joyera a la que conoció practicando una de sus pasiones en común, la caza. Su primo y cuñado, Alberto Alcocer, casado con Esther Koplowitz, se casaría después con Margarita Hernández, su secretaria. Rizando aún más el rizo de la endogamia, Alicia acabaría casándose en 2003 con Fernando Falcó, el ex de Marta Chávarri, de quién se divorciaría en 2009.

Marta lleva más de veinte años recluída y alejada del foco mediático

Pero el escándalo que acabaría pasando mayor factura emocional a la ex marquesa de Cubas fue las fotos de sus vergüenzas, publicadas por Interviú. Hasta la prensa extranjera se hizo eco de las fotos de “La marquesa sin bragas” como la bautizaron en los tabloides. Unas fotos por las que fue indemnizada con 34 millones de pesetas en 1995 y que provocaron su agorafobia. Marta se recluyó en su casa con la única compañía de su familia, sus hermanas y su hijo, y unas pocas amigas fieles. Según personas de su círculo, le da pánico el contacto con la gente.

Ha pasado más de dos décadas encerrada pero la boda de su único hijo, Álvaro Falcó, con Isabelle Junot le devuelve al primer plano mediático, algo que le repugna. A pesar de ejercer de madrina y de anfitriona, debido a la muerte de su ex marido, en el palacio de Mirabel en Plasencia (Extremadura) de Philippe Junot , con quién tuvo un breve idilio a finales de los 90, ha conseguido evitar los flashes. Tan solo la revista HOLA ha conseguido inmortalizarla y sacarla de su deseado retiro mediático en su última portada.