Ayamonte

Pitingo: «Siempre se me tensa el cuello antes de actuar»

Antonio Álvarez Vélez, nacido en Ayamonte, Huelva, en 1980. Estos datos no le dirán nada, pero si escribo «Pitingo» estoy convencido de que todos saben que hablo del artista revelación de hace tres años, el hombre que mezcló el soul y el flamenco en un disco histórico «Soulería». Ahora acaba de sacar un nuevo trabajo «Ole y amén» con el que espera volver a ilusionar a la legión de seguidores que ya tiene. Seguro que no les decepciona. 

Pitingo: «Siempre se me tensa el cuello antes de actuar»
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Q«Ole y Amén». ¿Por qué ese nombre para un disco?
-Porque un día que estaba en la iglesia, después de oír al cura como hablaba sobre Dios, se me escapó un «ole». Lo dije con naturalidad, porque el hombre había estado muy bien, pero me llamaron la atención y me dijeron que de ole nada, que allí se decía amén. Después del incidente se me ocurrió que podía ser un buen nombre para un disco y me fui a registrarlo.
-Y suena bien.
-Sí, porque además son dos palabras que utiliza todo el mundo y no pueden traducirse.
-¿Qué va a encontrarse el fan de Pitingo cuando lo oiga?
-Un trabajo hecho con mucho cariño en el que he tenido total libertad para hacer lo que quisiera. Yo creo que es un disco más maduro que el anterior porque, entre otras cosas, están plasmadas las experiencias de cantar tres años por toda España. Lo único que quiero es que le guste a la gente, ni más ni menos que el anterior, pero que guste.
-¿Vuelve a fundir lo gitano con lo negro, el soul y el flamenco?
-Sí, aquí hay seguidillas, malagueñas, boleros por bulerías, temas de Donna Summer, Steve Wonder o Caetano Veloso. Son canciones que en algún momento formaron parte de mi vida.
-Su disco anterior «Souleria» lo catapultó a la fama. ¿Se esperaba tanto éxito?
-No. Incluso al principio no quería salir a la calle porque me miraba todo el mundo y me sentía mal, como deprimido, luego se me pasó. Es que fueron muchos discos vendidos y tres años dando conciertos sin parar.
-¿Un espectáculo en directo estresa mucho?
-Yo no sé si es estrés, a mí se me tensa el cuello antes de actuar, por lo que suelo hacer un calentamiento y unos masajes para relajarlo. Los conciertos son duros porque prácticamente no tienes vida social, te pasas el día cuidando la voz y yendo del teatro a tu casa y de tu casa a la actuación. O lo haces así o no aguantas mes y medio cantando todos los días.
-¿Cómo cuida la voz cuando está de gira?
-No hablo, ésa es la mejor terapia. También hago gárgaras con bicarbonato y agua, algo que me dijo un otorrino buenísimo y que funciona de maravilla porque te hidrata mucho las cuerdas vocales: no fumo, y procuro cuidar la comida.
-¿Actuar ante mucha gente crea adicción?
-Hay cantantes que son más de estudio de grabación y disfrutan con eso, pero a mí lo que me vuelve loco es el directo. Eso es lo que me mantiene vivo.