Silva frente al compromiso con Almodóvar por Jesús Mariñas

Cambiar se había convertido en una necesidad, casi por obsesión, para el más internacional de nuestros cineastas. Almodóvar vuelve al primer amor, incluso sin los excesos de «Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón», y retoma el estilo de títulos como «Laberinto de pasiones», «Átame», «Mujeres al borde de un ataque de nervios» o «¿Qué he hecho yo para merecer esto?», en la que Carmen Maura estaba irrepetible. Fue su máxima musa con Bibi, Loles, Marisa Paredes, insuperable en «Tacones Lejanos» y la impagable Chus Lampreave a la que casi lanzó al estrellato.

Menos suerte tuvieron sus galanes, y eso que supo sacar partido de las facultades de Antonio Banderas, que ahí sigue imbatible aunque en «La piel que habito» lo desaprovechó. También trabajó con Eusebio Poncela, Nancho Novo e Imanol Arias. Aunque Pedro siempre prefirió repartos femeninos. Lo cierto es que las heroínas de «Volver» son entrañables. En esa película, Lola Dueñas, hija de la inefable María Navarro, guardaespaldas perenne de Isabel Pantoja, se reveló en estado de gracia. Lola recuerda más a su padre, el siempre estupendo Nicolás, y lo demuestra cambiando de aires en «Las chicas de la sexta planta», pálido reflejo, acaso anecdótico, de lo que fueron nuestras fámulas en Francia ya tocadas por Mihura en «Ninette y un señor de Murcia».

Hugo Silva, con su aire sombrío, me adelantó que mañana, en Madrid, empiezan un rodaje que les ocupará los próximos dos meses y medio. «¿Asustado, emocionado o impresionado por ser el nuevo chico Almodóvar?», le pregunté. «Es una responsabilidad y un compromiso del que espero saber salir», respondió airoso. Después, comentamos sus películas preferidas del cineasta manchego: ‘‘Volver'' y ‘‘Mujeres al borde de un ataque de nervios'' son mis favoritas. «La piel que habito» me parece una buena película de género».

Le entrevisté en Ibiza. En este mes los famosos se adueñan de la isla, incluso la Duquesa Cayetana se animó a acudir con Alfonso el verano pasado. Algunos invitados a los conciertos de Pino Sagliocco con Lenny, Elthon y Sting han prolongado su estancia. Por lo menos, Iván Sánchez y Christian Gálvez, que va y viene sin pasar palabra. Este agosto festejará con Almudena Cid dos años de felicidad matrimonial. Se escaparán a un paraíso lejano. Iván Sánchez ha montado campamento allí en la casa de unos íntimos al aire de lo que Blanca Cuesta y Borja Thyssen hacen quizá estimulados por el dinerete caliente que acaba de entrar en las arcas de Tita tras vender uno de sus cuadros más representativos.

Elenita Tablada parece estar atornillada al suelo ibicenco en el que su madre tiene el apoyo de Javier Iturrioz, antiguo propietario del mítico KU en el que Caballé y Mercury en 1988 grabaron el «Barcelona, Barcelona» ya histórico. Mientras, Úrsula Corberó demostró sus dotes de bailarina con un short verde manzana que se le metía entre pierna y pierna. James Hunt no perdía ojo de sus movimientos, muy jaleados, todo hay que decirlo.