Cayetano vale más como modelo

Por sorpresa, justo la misma tarde en que cortaba tres orejas en Hellín (Albacete), Cayetano Rivera, hijo del inolvidable Paquirri, anunciaba que, tras ocho años dedicado en cuerpo y alma a este mundo, había decidido hacer un alto en su carrera como torero. Una noticia que, por inesperada, a todos cogió por sorpresa, al igual que en su momento hizo cuando anunció su deseo de seguir los pasos de su padre y su hermano mayor, Francisco, debutando con picadores en la plaza de toros de Ronda (Málaga) el 26 de marzo de 2005. Celoso de su intimidad y de la mayoría de los aspectos relacionados con su vida privada, el popular diestro, que guardó hasta el último minuto su decisión en secreto, hacía pública su retirada «temporal» a través de un comunicado para hacer saber el giro que le da a su vida. «He comunicado a mi cuadrilla la decisión de apartarme temporalmente de los ruedos. Es una decisión muy meditada y se trata sólo de una pausa en mi trayectoria. Tras ocho años de entrega absoluta a mi profesión, quiero dedicar este tiempo a otros proyectos que también me ilusionan», afirmó el diestro sin entrar en más detalles.

Nada más conocerse su decisión de apartarse temporalmente de los ruedos, comenzaron a brotar las especulaciones. Para algunos, entre esos nuevos proyectos que ilusionan al torero podría estar su dedicación al cine, el ejercicio de su profesión como experto en Ciencias de la Imagen, carrera que estudió en Los Ángeles, así como pasar más tiempo con su novia, Eva González, su principal apoyo en estos momentos, y quien podría haber influido también en su retirada.

Barajadas todas estas especulaciones, LA RAZÓN ha podido averiguar que uno de los principales motivos por los que el diestro podría haber tomado dicha decisión es su desánimo y tristeza por la mala racha que atravesaba en los últimos tiempos en su carrera taurina, fruto de la sucesión de lesiones y cogidas y de la rescisión del contrato de Morante de la Puebla con el apoderado de ambos, Curro Vázquez, del que parece ser salía beneficiado el hijo de Carmina Ordóñez. De hecho, Cayetano, que figuraba en todos los carteles hace unos años, tan sólo ha participado este último en dieciocho festejos, de ellos, uno en una plaza de primera, Sevilla, con la consiguiente merma en sus ingresos, unos doce mil euros en plazas de tercera en su momento de mayor auge.

Un mal negocio, sin duda alguna, puesto que de sus ingresos debía costear los sueldos y gastos de su cuadrilla. A ello se suma también un posible guiño familiar a su padre, fallecido en la plaza de toros de Pozoblanco (Córdoba) el 26 de septiembre de 1984, quien, parece ser, tenía pensado retirarse con 36 años, la edad que él está a punto de cumplir.

Asimismo, parece que tiene alguna propuesta como productor de cine e incluso como actor, tras asesorar a Adrien Brody en el rodaje de la película «Manolete», y también quiere centrarse en la puesta en marcha de la Fundación de ayuda a la infancia y en la que cuenta con Eva González como posible embajadora.

Además de su vertiente taurina, Cayetano ha desarrollado una trayectoria en paralelo como empresario (está al frente de al menos seis empresas), otros negocios con sus primos, y como modelo o, mejor dicho, imagen publicitaria de importantes firmas que le han aportado contratos millonarios. Aunque dicen las malas lenguas que podría perder algunas con el anuncio de su retirada temporal o definitiva, según los entendidos. Entre ellas, Armani, Porcelanosa y Loewe, con la que aún le queda un año de contrato y por el que podría estar cobrando unos 600.000 euros anuales. Sin duda, un negocio mucho más rentable en estos momentos para él que jugarse la vida en la plaza.

¿Presión de Eva?
Todo apunta que uno de los motivos por los que el diestro abandona los ruedos es su novia Eva González. Al parecer, podría estar pensando en comenzar los preparativos de su boda pese a que, en una de sus últimas apariciones públicas, la modelo volvió a insistir en que por ahora no entra en sus planes pasar por el altar. Asimismo, se cree que con su retirada solventaría un posible enfrentamiento en su relación, dado que su pareja quizá no lo apoya del todo en su carrera taurina –son pocas las veces que se la ha visto en una plaza con él, aunque sí le acompañó en la última en Hellín–.