Estados Unidos

Los triceratops utilizaron sus cornamentas para luchar entre sí

Los cráneos de los triceratops revelan que utilizaron sus cornamentas para luchar entre sí, según sugiere un estudio dirigido por el Museo de Paleontología Raymond M. Alf en Claremont (Estados Unidos) que se publica en la revista ‘PLoS ONE'.
Las señales de lucha en los cráneos de los triceratops conservan raras evidencias de los combates que se producían en el Cretáceo.
Según explica, Andrew Farke, coautor del estudio, «los paleontólogos han debatido la función de los barrocos cráneos de los dinosaurios con cuernos durante años.
Algunos han especulado que los cuernos eran para exhibirlos ante otros dinosaurios y otros piensan que debieron ser para combatir contra otros dinosaurios con cuernos.
Por desgracia, ahora no existen triceratops para comprobarlo».
Según los investigadores, si estos dinosaurios combatían entre sí con los cuernos, deberían quedar restos de estos combates en los fósiles óseos.
Por ello, los autores del trabajo se centraron en cráneos de triceratops y de un dinosaurio muy cercano evolutivamente, el centrosauro.
«Si el triceratops y el centrosauro sólo utilizaban sus cuernos y atributos para exhibirlos no tendríamos que encontrar diferencias en la tasa de lesiones de ambos animales», explica Fake.
Sin embargo, los investigadores descubrieron que el hueso escamoso a modo de abanico que forma parte de su ornamentación ósea en la cabeza tenía heridas diez veces con más frecuencia en el triceratops que en el centrosauro.
Fake añade que «lo más probable es que las heridas en esta ornamentación del triceratops se debieran a los cuernos de otros triceratops».
Otros paleontólogos han apuntado anomalías en los cráneos de los dinosaurios con cuernos pero trabajos posteriores descubrieron que estas supuestas heridas podían ser casuales y derivadas de un trastorno no traumático similar a la osteoporosis. Investigaciones previas se han centrado sólo en unos pocos ejemplares.
El estudio actual incluyó más de 400 observaciones, que fueron analizadas estadísticamente para detectar diferencias entre centrosauros y triceratops.
«Nuestros descubrimientos muestran algunas de las mejores pruebas hasta la fecha de que los triceratops podrían haber entrechocado los cuernos con otros de su especie, luchando como los modernos antílopes y ciervos», explica Farke.
Los investigadores especulan que muchas de las heridas observadas podrían haber sido causadas por embestidas mal dadas por animales rivales.
En la actualidad se pueden ver lesiones similares en animales con cornamenta.
El tamaño y forma de los cuernos variaba entre los diferentes dinosaurios y los investigadores plantean la hipótesis de que las diferentes formas de cuernos indicaran diferentes tipos de combate. Además, algunas evidencias sugieren que los huesos de ciertas especies podrían haber evolucionado para reducir el riesgo de lesiones traumáticas.
El investigador advierte sin embargo que los dinosaurios con cornamenta podrían haber utilizado sus cuernos y collarines óseos para otros usos además de la lucha.
«Me gusta pensar en el tocado del triceratops como si de una navaja suiza se tratara. Probablemente usaban sus cráneos como querían, ya fuera para el combate, la defensa o el lucimiento», concluye Fake.