Jair Bolsonaro
Michel Temer: “En Brasil no se dan las condiciones para que haya protestas”
El ex presidente de Brasil asegura que no habrá un retroceso con Bolsonaro: “La cultura democrática del pueblo brasileño es muy sólida”
Michel Temer (1940) fue vicepresidente de Brasil desde 2011 hasta 2016, cuando se convirtió en presidente accidental después de que Dilma Rousseff fuera destituida. Durante más de quince años lideró el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de centro derecha, y no tuvo reparos en pactar con el Partido de los Trabajadores de Lula da Silva, hasta que decidió abandonarle por los casos de corrupción.
Temer también se ha visto envuelto en escándalos de corrupción y tiene pendiente con la Justicia varias imputaciones. Tras abandonar la Presidencia y perder la inmunidad, él mismo ha estado brevemente en la cárcel en dos ocasiones. Un juez del país le acusa de liderar «una organización criminal» que durante décadas cobró sobornos a cambio de contratos públicos, algo que el ex presidente niega rotundamente. Temer ha estado en Madrid para participar en una conferencia organizada por la Agencia Efe en Casa de América.
¿Cuál es su situación procesal tas haber sido arrestado dos veces este año por corrupción?
Primero, yo no sufrí un arresto, sino un secuestro, porque el arresto implica una conducta, un procesamiento regular, que en mi caso no había. En mi caso hubo un gesto arbitrario que he denunciado en todo momento y que pronto fue reconocido por el Tribunal Superior de Justicia, que resolvió unánimemente el asunto. Segundo punto, uno de los juicios en Brasilia, con respecto a una grabación que se hizo, generó una queja de la Fiscalía Federal. El juez ni siquiera instruyó el caso, es decir, no me escuchó, no escuchó a ningún testigo, no se adjuntaron documentos. Hubo una absolución inmediata por lo arbitraria que había sido la demanda hecha por la Fiscalía. Por lo tanto, esto mismo pasará en los otros procesos.
¿Bolsonaro ha hecho cambios sustanciales con respecto a su etapa como presidente?
Bolsonaro ha hecho algo muy útil. Siempre que llega un nuevo Gobierno destruye todo lo que hizo el anterior, pero en este caso ha sido al contrario. Lo que está haciendo el Ejecutivo de Bolsonaro es continuar todo lo que yo hice como presidente. Ahora ha aprobado la reformas de las pensiones. A nivel económico lo está haciendo bien, no se le puede criticar. Lo que pasa es que la gente quiere resultados pronto y no es así, esto es un proceso que comenzó en mi gobierno y continúa con el gobierno de Bolsonaro.
La economía va a crecer sólo un 1%, igual que el año anterior. ¿Está estancado el crecimiento de Brasil?
Cuando asumí el Gobierno en mayo de 2016, el PIB era negativo en cuatro puntos. Un año y siete meses después, ya era positivo, con un crecimiento del 1%. Este año también habrá un crecimiento del 1%, sí, pero peor sería que el PIB fuera negativo.
¿Cree que Brasil se contagiará de la ola de protestas sociales de otros países de la región?
No se dan las condiciones. Las hay en Chile y en otros países, pero no llegarán a Brasil. Brasil tiene instituciones muy sólidas y la cultura política brasileña actual es muy democrática, por lo que no creo que haya protestas por las reforma hechas, como la de las pensiones. Durante un año y medio trabajamos duro para difundir la necesidad de una reforma de pensiones tanto en el Congreso como entre la gente, y eso hizo que fuera mucho más fácil su aprobación.
¿Puede Lula desestabilizar el país con sus llamadas a las protestas contra el Gobierno?
Lula salió haciendo haciendo un movimiento político; no se puede negar que tiene prestigio popular, tiene liderazgo nacional, y eso es un factor que implica un nuevo concierto político en el país.
¿Cuál fue el gran logro de Lula como presidente?
Dio visibilidad a la pobreza y de alguna manera trató de combatirla. Tanto fueron los programas sociales útiles que cuando asumí el Gobierno no eliminé ninguno; por el contrario, aumenté la asignación familiar a algunos de esos programas.
¿Y su logro como presidente?
Llevé a cabo las principales reformas: la laboral, la enmienda constitucional del techo del gasto público; la reforma de la educación secundaria; la bajada de la inflación; la caída de los intereses. Todos estos fueron logros innegables en mi gobierno. También hicimos la mayor área de preservación marina, equivalente a la suma de Alemania y Francia juntos.
¿Cree que Bolsonaro puede poner en riesgo la democracia brasileña, como dicen muchos de sus críticos?
Insisto. La cultura democrática del pueblo brasileño es muy sólida, por lo que cualquier retroceso no va a ser bien recibido.
¿Piensa que Bolsonaro no está protegiendo el Amazonas?
La protección del Amazonas es muy importante. Hay estudios que incluso se refieren a la explotación sostenible de la Amazonía. Hace poco he estado en Reino Unido y allí me encontré con personas de empresas que quieren hacer una explotación sostenible de la Amazonía.
¿Ha perdido Brasil peso como actor internacional en los últimos meses?
No lo creo. Durante mi estancia en España he comprobado el interés de las empresas españolas para invertir en Brasil. No creo que haya perdido fuerza en el escenario internacional.
¿Por qué Brasil es un país tan corrupto?
Esto no es algo exclusivo de Brasil, sucede también en varios países. En Brasil hubo un problema muy grave con la clase política y con la clase empresarial. Pero las instituciones están funcionando bien, están demostrando una solidez extraordinaria.
¿Cómo combatir la desigualdades, origen de las protestas?
Brasil es un país muy desigual. Todavía hay mucha pobreza. Existen 13 millones de familias acogidas a la Bolsa Familia. Esa pobreza tiene que ser combatida creando puestos de trabajo, aunque sean informales. Es una batalla que dio mi gobierno y también la está dando el Gobierno de Bolsonaro.
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