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Segunda Guerra Mundial

Segunda Guerra Mundial: Un “Día de la Victoria” empañado por el coronavirus

Distancia social y gel hidroalcóholico: las conmemoraciones por el 75º aniversario del fin de la II G M estuvieron marcadas por las medidas de contención contra el nuevo enemigo común de los aliados, el Covid-19. "La memoria no es una vergüenza, el negacionismo sí es una vergüenza”, advirtió el presidente de Alemania

75th anniversary of Victory in Europe Day in England
Los vecinos de Cambrian Road en Chester se visten con ropa de 1945 y celebran una fiesta del te con distancia social para conmemorar el 75º aniversario del "Día de la Victoria en Europa"Peter Byrne/PA Wire/dpaPeter Byrne/PA Wire/dpa

Desde la Royal Air Force sobrevolando el cielo de Londres con los colores de la bandera británica hasta la repetición del discurso victorioso de Winston Churchill. Multitud de actos conmemorativos recluyeron este viernes a los británicos frente al televisor en el 75º aniversario del “Día de la Victoria en Europa”, aunque empañado, eso sí, por la pandemia que atravesamos.

El primer ministro Boris Johnson enciende una vela en la Tumba al Soldado Desconocido en la Abadía de Westminster
El primer ministro Boris Johnson enciende una vela en la Tumba al Soldado Desconocido en la Abadía de WestminsterLeon Neal/PA Wire/dpaLeon Neal/PA Wire/dpa

Si hoy los sanitarios, repartidores o camioneros son los héroes en Reino Unido, hace 75 años los vítores y aplausos iban dirigidos a los soldados que regresaban del frente. El enemigo por aquel entonces era el nazismo, y Reino Unido llegó a tener que enfrentarlo en solitario durante todo un año, como bien recordaba Boris Johnson.

Reino Unido, la Commonwealth y el Imperio británico fueron las únicas naciones que lucharon contra Hitler desde el primer día de la Segunda Guerra Mundial hasta el último, sin ser derrotados ni ocupados. Durante todo un año, de 1940 a 1941, nos mantuvimos solos contra él. Fuimos la última barrera contra su tiranía”, indicaba el primer ministro, Boris Johnson.

El líder británico, ya recuperado tras sufrir coronavirus hace unas semanas, tuvo también unas palabras para aquellos que lucharon en el frente. “Todos aquellos que nacimos después de 1945 somos conscientes de que debemos todo aquello que más valoramos a la generación que venció en la Segunda Guerra Mundial”.

Quien tampoco faltó a su cita en un día tan especial fue la familia real británica. La reina Isabel II emitió anoche un discurso en recuerdo de aquel victorioso día, exactamente a la misma hora en que lo hiciera hace 75 años su padre, el rey Jorge VI, desde un bombardeado Palacio de Buckingham. A su vez, el príncipe Carlos y su mujer, Camila, participaron en un acto solemne desde Escocia en el que se guardaron dos minutos de silencio en memoria de los caídos durante la fatídica guerra.

A pesar de que el confinamiento hizo imposible la celebración de eventos masivos, miles de británicos sí que pudieron rendir su particular homenaje desde sus casas, engalanado sus jardines para la ocasión y brindando con sus vecinos a distancia.

Francia, un recorrido desangelado

La crisis sanitaria ha marcado las conmemoraciones del 8 de mayo también en Francia, con un país mucho más pendiente de los preparativos del desconfinamiento general a partir del lunes que de la histórica efeméride que este viernes, como cada ocho de mayo, celebra el país. Los homenajes de este simbólico 75 aniversario han quedado limitados a dos ofrendas florales hechas por el presidente Emmanuel Macron en los dos lugares emblemáticos que recuerdan la fecha, la estatua del general De Gaulle y la tumba del soldado desconocido bajo el Arco del Triunfo en París donde cuatro coristas entonaron La Marsellesa en presencia del jefe del Estado francés.

El presidente Emmanuel Macron observa la estatua del general Charles de Gaulle durante la ceremonia que conmemora el fin de la II G M en París
El presidente Emmanuel Macron observa la estatua del general Charles de Gaulle durante la ceremonia que conmemora el fin de la II G M en ParísPOOLReuters

A su lado, invitados contados con los dedos de una mano: los ex presidentes Hollande y Sarkozy, la alcaldesa Anne Hidalgo y los presidentes de la Asamblea y el Senado, Richard Ferrand y Gérard Larcher, respectivamente. Y todo ello en un día soleado pero sin público. El recorrido del presidente galo por los Campos Elíseos hasta el Arco del Triunfo nunca estuvo tan desangelado como en esta ocasión y los pocos contactos que mantuvo en la breve ceremonia estuvieron marcado por un escrupuloso protocolo de seguridad. Ni tribunas de invitados, ni tribunas para la prensa. La distancia social ha marcado la ceremonia del 75 aniversario que millones de franceses han podido seguir por televisión y que ha tenido un carácter inédito por la pandemia que vive el planeta.

El propio Macron, una vez firmado con su bolígrafo personal en el libro de oro del Arco del Triunfo, se ha lavado las manos con gel hidroalcohólico, en una serie de imágenes que quedarán para el recuerdo. A esta pequeña ceremonia se han sumado otros gestos para acompañar a la efeméride, en un plan simbólico que intentase suplir la ausencia de celebraciones, como la instalación de una gran bandera tricolor en la torre Eiffel que quedará instalada hasta el próximo 15 de mayo por deseo de Macron.

El propio presidente tenía en su agenda un desplazamiento a Moscú, finalmente también cancelado por la pandemia, para conmemorar la fecha de estos 75 años tras el fin de la II Guerra Mundial asistiendo al desfile militar en la Plaza Roja en presencia de su par ruso Vladimir Putin y en presencia de otros jefes de estado. El pasado 20 de abril el ministerio de la Defensa francés ya anunció que todas las ceremonias para recordar la efeméride quedaban suspendidas y que sólo contados actos simbólicos tendrían lugar en este aniversario.

Alemania apela a la unidad de Europa

Se preveían importantes actos, pero la pandemia del coronavirus redujo ayer la conmemoración de los 75 años del final de la Segunda Guerra Mundial a una pequeña ceremonia celebrada en el centro de Berlín donde las principales autoridades políticas alemanas depositaron una ofrenda floral.

La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente de la cámara baja del parlamento alemán (Bundestag), Wolfgang Schäuble; el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier; el presidente del Bundesrat, Dietmar Woidke; y el presidente del Constitucional alemán, Andreas Vosskühle; asisten a una ofrenda floral por el 75º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, en Berlín, Alemania
La canciller alemana, Angela Merkel; el presidente de la cámara baja del parlamento alemán (Bundestag), Wolfgang Schäuble; el presidente alemán, Frank-Walter Steinmeier; el presidente del Bundesrat, Dietmar Woidke; y el presidente del Constitucional alemán, Andreas Vosskühle; asisten a una ofrenda floral por el 75º aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, en Berlín, AlemaniaFILIP SINGEREFE

En el acto, el presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, calificó el 8 de mayo como el día de la “liberación del nazismo”. Recordó que los aliados liberaron entonces a Alemania y puntualizó que “ahora debemos liberarnos nosotros mismos de la tentación de un nuevo nacionalismo, de la fascinación del autoritarismo, de la desconfianza, el aislamiento y la hostilidad entre las naciones”.

Los únicos asistentes a la ceremonia fueron, además de Steinmeier, la canciller Angela Merkel; el presidente del Bundestag, Wolfgang Schäuble; el primer ministro de Brandeburgo y presidente de turno del Bundesrat, Dietmar Woidke, y el presidente del Tribunal Constitucional, Andreas Voßkuhle. Todos ellos depositaron ofrendas florales en la “Neue Wache”, un monumento a todas las víctimas de las guerras y de las dictaduras en cuyo centro hay una gran reproducción de una escultura de Käte Köllwitz que representa a una madre con su hijo muerto en los brazos.

Alemania, según Steinmeier, es un país que solo se puede amar “con el corazón roto y quien lo niega no solo niega los crímenes del nazismo sino todo lo bueno que hemos hecho desde 1945”. “La memoria no es una vergüenza, el negacionismo sí es una vergüenza”, sostuvo el presidente.

El "¡nunca más!” que se prometieron en 1945 los alemanes, significa hoy no actuar nunca más en solitario. "Debemos mantener a Europa unida”, dijo el presidente alemán en el acto central de conmemoración del término de la Segunda Guerra Mundial. "Debemos pensar, sentir y actuar como europeos”, también durante y después de esta pandemia, indicó.