Desescalada

«Covid nostra»: la mafia extiende sus tentáculos en Italia

Ayuda a sobrevivir a muchos negocios para después hacerse con su control

Gastronomic businesses open again for clients in Berlin
La Mafia ayuda a muchos negocios en apuros para después hacerse con su controlCLEMENS BILANAgencia EFE

Una hilera de negocios en la Via del Tritone, una de las calles comerciales más turísticas de Roma, ha colocado un cartel en el que se lee: “Gobierno ausente, no podemos abrir por ausencia total de turistas y soluciones”. Pese a que el lunes tenían licencia para retomar la actividad, muchos han preferido continuar con la persiana bajada. Todas estas tiendas, bares o restaurantes son ahora víctimas del frenazo en seco de un modelo turístico descontrolado que han explotado durante años. La caja permanece vacía y ya hay quienes cumplen el viejo tópico de que toda crisis representa una buena oportunidad. La presión es mucha y por eso el primer ministro, Giuseppe Conte, acelera el desconfinamiento.

El fiscal jefe de Palermo, Francesco Lo Voi, lo ejemplifica con un viejo caso. “Poco después de la caída del Muro de Berlín, interceptamos una conversación entre un mafioso de Sicilia y otro de Alemania, en la que el primero le pedía al segundo que fuera al Este y comprara todo lo que pudiera. Edificios, restaurantes, hoteles, oficinas, daba igual. Todo valía”, cuenta.

Y ese patrón es el que estarían repitiendo las mafias en este momento. Según datos del Ministerio del Interior, los delitos relacionados con la usura se han incrementado un 10% durante el primer trimestre. En zonas del sur como Campania -donde reina la Camorra- o en Puglia, el porcentaje llega al 15%. Se trata además de un momento muy prematuro, pues el Gobierno italiano no decretó el confinamiento de todo el país hasta el 10 de marzo, de forma que en los próximos meses este método de explotación podría seguir aumentando.

Fuentes de Interior reconocen la preocupación y aprietan para que el Estado agilice las ayudas económicas, con el fin de evitar que los negocios en problemas puedan acabar en manos de la mafia. “El riesgo de infiltración mafiosa en estos momentos es muy alto”, reconoció recientemente la titular de este Ministerio, Luciana Lamorgese, en un encuentro con corresponsales.

Saviano: “El mafioso se convierte en socio”

Lo explica bien el periodista y escritor antimafia Roberto Saviano. “Funciona de esta manera: cuando una compañía queda en quiebra, no le ofreces dinero. No es que llegue el clan, el hombre con la pistola y te compre. ¿Qué van a comprar, un cadáver? No. Se convierte en tu socio, entra en la sociedad”. Sería una forma de rescate para empresas en bancarrota.

Pero antes, en el momento actual, los clanes sí que actúan como prestamistas. “Se está extendiendo un fenómeno nuevo. Y es que las mafias no están prestando dinero a un interés alto, sino que lo hacen a interés cero. Es decir, si te dan 20.000, tú les tendrás que devolver 20.000. Pero claro, esto tiene una contrapartida, porque pasada la crisis comprarán lo que quieran al precio que ellos fijen”, advierte Saviano.

Varias fiscalías, como la de Nápoles, ya han abierto investigaciones por este tipo de prácticas. El escritor advierte que también se produce en el norte de Italia y en España, donde están presentes mafias de distintos países. Hace ya muchos años que los capos dejaron de ser hombres sanguinarios con cicatrices. Se vistieron de traje y se sofisticaron, con la intención de lavar dinero y comprar voluntades.

Votos o monopolios para el futuro

Una buena inversión hoy se puede traducir en votos o la creación de un monopolio mañana. Se trata de una práctica tan extendida que esta semana ha sido detenido en Sicilia un empresario que había sido designado como coordinador regional para responder ante la crisis del Covid-19. El delito es de 2016, cuando consiguió contratos de 600 millones para suministrar al sistema sanitario de diferentes servicios, a cambio de comisiones de hasta el 5%.

Antonio Candela llevaba incluso escolta. Los fiscales no lo consideran parte de la mafia, pero representa un ‘modus operandi’ corrupto que está arraigado en el sistema. Los mafiosos decimonónicos, esos que salen en las películas, también se han visto favorecidos de alguna manera por el coronavirus. Casi 400 de capos encarcelados, algunos en régimen de extremo aislamiento, han salido de prisión y han quedado bajo arresto domiciliario por diferentes motivos de salud.

Sin embargo, pasado lo peor de la emergencia sanitaria, el Ministerio de Justicia ya ha comenzado a devolverlos a los penales. La cuestión levantó tal polémica que el titular del departamento, Alfonso Bonfade, tuvo que superar esta semana dos mociones de confianza en el Parlamento. Bonafaede, hombre clave del Movimiento 5 Estrellas, mantiene el cargo, pero él y su partido han quedado debilitados en el Gobierno.