Oriente Medio

Los iraníes se movilizan en internet para frenar las ejecuciones de manifestantes

La pena de muerte contra tres jóvenes por las protestas del año pasado contra la subida de la gasolina ha multiplicado las voces que exigen clemencia

Lockdown in Tehran
Una mujer con mascarilla camina por las calles de la capital iraní, TeheránABEDIN TAHERKENAREHEFE

Bajo el ‘hashtag #PararLasEjecucionesEnIrán y #NoEjecutéis, usuarios iraníes de las redes sociales han protestado para frenar la pena de muerte contra tres jóvenes que serán ejecutados en breve cuyo delito fue participar en las manifestaciones antigubernamentales del año pasado. Los condenados son Amirhossein M., Mohammad R. y Saeed T, según anunció este martes el portavoz del Ministerio de Justicia, Gholam Hussein Ismaili, sin especificar cuando será las ejecuciones.

La campaña ha conseguido más de dos millones de comentarios de personas han expresado su rechazo a la medida judicial con el ‘hashtag’ #NoALaEjecución, según informa la prensa local. Entre ellos está el celebre director de cine iraní Asghar Farhadi. ”No hagáis la muerte que las tristes vidas de los iraníes sean aún más amargas”, ha escrito en su Instagram el oscarizado director.

La imagen de los tres condenados fue masivamente compartida junto a los ‘hashtag’ tanto en Twitter como en Instagram, donde también se publicó a el mensaje: “Soy el siguiente, eres el siguiente, somos los siguientes”, escrito en inglés.

También desde el ámbito político reformista se escucharon críticas y peticiones como la del ex diputado Mahmud Sadeqi, quien instó al Poder Judicial a actuar contra la causa de las protestas y no contra aquellos que participaron en las mismas.

Asimismo, el destacado político reformista Mostafa Tajzadeh, que estuvo siete años encarcelado por “hacer propaganda contra el sistema”, urgió ayer a los cuerpos de seguridad a “escuchar la voz de la nación en vez de repetir los errores del pasado”.

No obstante, la presión en las redes sociales no será suficiente para cambiar el destino de los tres condenados, ya que una vez recibido el visto bueno del Tribunal Supremo, solo el líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, puede revocar la sentencia a muerte.

Ismaili defendió el martes la decisión judicial describiendo a los tres reos como cabecillas de los grupos violentos que quemaron autobuses y edificios durante las manifestaciones antigubernamentales. Las protestas comenzaron en el mes de noviembre del año pasado por la subida de los precios de la gasolina en medio de la crisis económica que no remite en la República Islámica.

Más de 200 personas, según cifras oficiales, murieron a causa de la represión policial en Irán y otras 2000 resultaron heridas. Hubo saqueos y quema de edificios por parte de los manifestantes y las fuerzas del orden respondieron con violencia desproporcionada. Debido al cerrazón informativo por parte de las autoridades iraníes, se desconoce el numero real de muertos. Amnistía Internacional (AI) habla de más de 300 muertos, además de arrestos masivos. Durante 163 horas. Los iraníes no pudieron enviar información ni compartirla en sus redes sociales.

AI criticó que el juicio fue “injusto” y que los tres jóvenes han confesado que han sido sometidos a “torturas” como palizas y descargas eléctricas. A menudo se acusa a Irán de realizar confesiones grabadas a la fuerza que se difunden en los medios de comunicación estatales. También se ha alegado que ha ejecutado a homosexuales y a numerosos disidentes políticos, incluso contra grupos minoritarios como los kurdos.

Según Amnistía Internacional, Irán fue el año pasado, con 251 ejecuciones, el segundo país del mundo que más aplicó la pena capital, solo por detrás de China.