Europa
La diáspora bielorrusa en Moscú también da la espalda a Lukashenko
Los residentes en Rusia se vuelcan en iniciativas para apoyar a los detenidos y a los huelguistas que se manifiestan contra el fraude electoral
La diáspora bielorrusa afincada en Rusia ha tomado partido a favor de la oposición de su país con programas de apoyo a los manifestantes detenidos en las protestas postelectorales y la exigencia de una renuncia incondicional deAlexander Lukashenko.
“La diáspora bielorrusa ha cuajado inesperadamente ante los acontecimientos que tienen lugar en nuestro país. Es fuerte. Surge de la necesidad de unirse, mostrar que compartimos formas de pensar, y queremos cambios en el país”, declaró a Efe Lana Savanovich, administradora del grupo de Telegram Bielorrusos en Moscú.
Este núcleo de activismo en la capital rusa, que reúne a más de 1.880 miembros, es apenas uno de los muchos grupos que surgieron a mediados de año en 23 países y es una muestra más del hartazgo de los bielorrusos tras 26 años de presidencia de Lukashenko.
Un potencial antes latente cuyo aporte más revelador hasta el momento ha sido el conteo a pie de urnas organizado en los 26 colegios electorales abiertos por la Comisión Electoral Central de Bielorrusia en el exterior.
“Bielorrusos residentes en 23 países, que no se conocían y jamás se habían visto. Los centros coordinadores, Australia, Alemania y Canadá, están en tres continentes. Y en todas partes se hallaron suficientes voluntarios capaces de dejar a un lado sus labores domésticas, sus trabajos, y emprender esta labor colosal”, relata Savanovich.
Para la activista, este esfuerzo mancomunado “en gran medida ayudó a evitar que las elecciones fuesen reconocidas a nivel internacional”.
"Se trató de un proyecto internacional, en el que los activistas de Moscú jugaron un papel importante debido a la gran cantidad de votantes que hay aquí. Preguntamos a unas 4.000 personas tanto durante la votación anticipada como durante el día de las elecciones. Y nuestros resultados no coincidieron ni de cerca con los protocolos de la Embajada", constató.
Sin embargo, esta no ha sido la única iniciativa promovida por la emigración bielorrusa: la diáspora creó el Fondo de ayuda para los huelguistas, que hasta el momento ha recaudado 750.000 dólares, según Savanovich.
"Comprendemos que las huelgas son la forma más efectiva para presionar a las actuales autoridades, pero a la vez comprendemos a los huelguistas, para los cuales esto es un paso difícil. Bielorrusia no es un país rico, e incluso las personas que tienen trabajo carecen de recursos para aguantar varios meses", explicó.
Libros para los detenidos
Otra de las iniciativas consiste en recoger libros para enviar a los centros de detención, en los que no hay bibliotecas y "solo se permiten textos escolares y los cursos para autodidactas", comentó.
Los activistas de Moscú, señaló, lograron recaudar una gran cantidad de títulos, que fueron entregados a los voluntarios bielorrusos que se encargan de llevarlos a los centros de arresto. ”Sabemos que los libros llegaron a su destino. Todos menos uno, que rechazaron pese a ser un libro de texto: La Historia del KGB”, sonríe.
Otra iniciativa peculiar consiste en escribir cartas a presos políticos, "personas que ahora sufren y se sacrifican por nuestra libertad, por la libertad de nuestra patria" comenta la activista.
Y a ello se suman los piquetes de solidaridad frente a la Embajada de Bielorrusa en Moscú que no cesan desde hace más de diez días y a los que todas las tardes acuden decenas de personas a expresar sus anhelos por “una Bielorrusia libre, democrática y sin el actual presidente”.
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