Balcanes
Independencia de Kosovo: ¿cuántos países la reconocen?
Kosovo declaró su independencia unilateralmente el 17 de febrero de 2008, nueve años después del final de la guerra con Belgrado
Antigua provincia serbia, Kosovo declaró su independencia el 17 de febrero de 2008, nueve años después del final de la guerra con Belgrado (1998-1999). Este territorio de 1,9 millones de habitantes, 90% albaneses y musulmanes, vive desde entonces en un malestar político y diplomático permanente. No es reconocido por la ONU (95 países entre los que se incluyen Rusia y China se niegan a hacerlo), ni por la Unión Europea, donde varios estados miembros como España, Grecia, Rumanía, Eslovaquia y Chipre cuestionan su existencia.
España siempre ha considerado siempre a Kosovo como “una chinita en el zapato” dado que los partidos independentistas siempre han visto a Kosovo como un símbolo de sus aspiraciones, a pesar de que la sentencia del Tribunal de la Haya en 2010 que avaló la soberanía de este territorio, en todo momento puntualiza que se trata de un caso excepcional.
La comunidad internacional se encuentra dividida entre los países que han reconocido oficialmente la independencia de Kosovo, los que se niegan a reconocerla y los que han declarado su neutralidad o su esperanza de una evolución de los acontecimientos, acordada por las partes.
Hasta septiembre de 2020, 113 estados miembros de las Naciones Unidas han reconocido a la República de Kosovo como un estado independiente. También lo han hecho otros cuatro estados o entidades soberanas que no son miembros de la ONU. Sin embargo, hasta marzo de 2020, 15 estados miembros de la ONU habían retirado el reconocimiento de la República de Kosovo.
Estados Unidos, su principal valedor
Su economía, marcada por la corrupción, sigue siendo apoyada a distancia por su principal valedor, Estados Unidos. El desarrollo de Kosovo se ve obstaculizado en gran medida por las tensas relaciones que mantiene con su vecino serbio.
El proceso para negociar su reconocimiento comenzó hace varios años. En octubre de 2012, se llevaron a cabo negociaciones de normalización por primera vez en Bruselas. Al año siguiente, se llegó a un acuerdo entre Serbia y Kosovo. Desde entonces se ha planteado regularmente la posibilidad de un intercambio de territorios entre los dos países. Más recientemente, el 1 de abril, el gobierno de Kosovo levantó los aranceles que se habían impuesto a los productos serbios desde 2018. A pesar de todos estos avances en las relaciones entre Kosovo y Serbia, esta última aún no ha reconocido la independencia de Kosovo.
Francia y Alemania se han posicionado como mediadores con el fin de lograr una victoria diplomática en los Balcanes. Serbia ha sido oficialmente un candidato para ingresar a la Unión Europea desde 2012. La adhesión de Serbia a la Unión Europea permitiría a Francia y Alemania expandir el mercado para sus empresas. También les permitiría derrocar los objetivos chino-rusos en la región. Y Kosovo es reconocido como un posible candidato a la adhesión a la UE y ya utiliza el euro como moneda. Pero la integración de Serbia y Kosovo en la Unión Europea requiere primero una resolución del problema de Kosovo.
Este reconocimiento de Kosovo es apoyado sobre todo por Estados Unidos. De hecho, fue Washington quien presionó a Pristina para que levantara los impuestos sobre los productos serbios. Una resolución de la cuestión de Kosovo le permitiría volverse económicamente independiente y, por tanto, a Estados Unidos retirarse. El 27 de junio se iba a celebrar una reunión entre los líderes serbios y kosovares en Washington. Finalmente fue anulada debido a la acusación por el tribunal de La Haya del entonces presidente de Kosovo, Hashim Thaci.
Varios factores apuntan a que, al menos a corto plazo, el statu quo debería continuar. En primer lugar, Rusia y China no quieren que Kosovo sea reconocido como un estado independiente. Ambos realizan grandes inversiones en los Balcanes y no verían con buenos ojos una redistribución de las fronteras en la región, así como un acercamiento entre Serbia y la Unión Europea.
Además, la situación política es actualmente tensa en Serbia. El gobierno serbio tuvo que enfrentar fuertes protestas a principios de julio después de anunciar el establecimiento de un toque de queda para lidiar con la Covid-19. Un anuncio apresurado de reconocimiento de Kosovo en este contexto tan tenso solo empeoraría la situación política. De hecho, una gran parte de la población serbia ha sufrido el bombardeo por parte de la OTAN en 1999. Percibiría el reconocimiento de Kosovo como una traición por parte de sus líderes. El pueblo serbio también está más a favor de una unión con Rusia que con la Unión Europea. El 25 de octubre de 2019, Serbia firmó un acuerdo de libre comercio con la Unión Económica Euroasiática.
La acusación del presidente de Kosovo, Hashim Thaci, por crímenes de guerra, representaba un obstáculo adicional para el reconocimiento de Kosovo como Estado, aunque Thaci dimitió en noviembre.
En vista de las dos cumbres que tuvieron lugar el 10 y el 16 de julio, es poco probable que Serbia reconozca la independencia de Kosovo a corto plazo. De hecho, Kosovo ha rechazado cualquier posibilidad de un intercambio de territorios, mientras que Serbia ha rechazado cualquier concesión rechazando nuevamente la reconciliación.
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