Política exterior
Biden vuelve al Consejo de Derechos Humanos de la ONU dispuesto a usarlo contra China y Rusia
Blinken admite que “EE UU no es perfecto, pero hace gala de una apertura que no suele observarse en regímenes autoritarios”
Antony Blinken, secretario de Estado de EE UU, anunció este miércoles de forma oficial que su país ha solicitado regresar al consejo de Derechos Humanos de la ONU. Se espera que la vuelta sea efectivo a comienzos del próximo año. Un movimiento que refuerza la intención del Gobierno que lidera Joe Biden por regresar a los organismos, organizaciones y tratados internacionales que el anterior presidente, Donald Trump, ordenó abandonar.
Del Consejo de Derechos Humanos, concretamente, EE UU había salido en 2018, aduciendo las diferencias de criterio respecto a Israel, que consideraba maltratado. «Estados Unidos está comprometido con un mundo en el que se protejan los derechos humanos, se celebre a sus defensores y se responsabilice a quienes cometen abusos contra los derechos humanos», asegura el secretario de Estado en un comunicado titulado inequívoco.
BlinkenInsiste en que «promover el respeto a los derechos humanos no es algo que podamos hacer solos, se logra mejor trabajando con nuestros aliados y socios en todo el mundo». Hace dos semanas, Naciones Unidas informó de que Blinken había mantenido una conversación con el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres.
El portavoz, Ned Price, comentó entonces que Bliken había subrayado el interés de EE UU en redoblar «el papel central que desempeña Naciones Unidas y las agencias de la ONU en la coordinación de la respuesta global, [al coronavirus]». Empeñado en subrayar el renovado interés de Washington por las relaciones internacionales y la defensa de los derechos humanos, Blinken expresó su convencimiento de que la Administración Biden ha dado un paso decisivo. Recuerda que su país «ha sido durante mucho tiempo un defensor de los derechos humanos».
“Contra la injusticia y la tiranía”
El jefe de la diplomacia de EE UU también ha destacado el papel de Naciones Unidas a la hora de promover la «rendición de cuentas por las violaciones y abusos de los derechos humanos», desde «las investigaciones de abusos en Siria y Corea del Norte hasta la promoción de los derechos humanos de las mujeres y las personas LGBTQI y otras minorías, y la lucha contra el racismo y la persecución religiosa”. “El Consejo de Derechos Humanos debe apoyar a quienes luchan contra la injusticia y la tiranía», añadió.
Eso sí, el Gobierno de Estados Unidos no está dispuesto a transigir con lo que considera un «sesgo inaceptable» contra Israel, que permite que sea atacado en el Consejo por países que claramente no respetan los derechos humanos y tienen poco de lo que presumir. Pero para fortalecer el Consejo, y para defender de las posibles calumnias al aliado estadounidense en la región, resulta mucho más eficaz contar «con un asiento a la mesa».
«Buscamos volver al Consejo de Derechos Humanos para estar codo con codo con nuestros aliados y socios para garantizar que este importante órgano cumpla su propósito», remató el secretario de Estado. «Lo hacemos», zanja Blinken, «con la determinación de escuchar, aprender y trabajar por un mundo en el que los derechos humanos sean respetados universalmente».
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