Unión Europea
Von der Leyen protagoniza otro traspié diplomático
La presidenta de la Comisión Europea enfada a Kiev al declinar la invitación a asistir a los actos del 30º aniversario de la independencia de Ucrania a través de una carta firmada por su jefe de gabinete
Cuando aún resuenan los ecos del “sofagate”ocurrido hace una semana en Ankara que desató una lucha sin cuartel entre los equipos de la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, Charles Michel, la primera vuelve a verse inmersa en un incidente diplomático de alta sensibilidad.
La presidenta de la Comisión Europea ha declinado una invitación para acudir a Ucrania en aras de participar en los actos que conmemoran el 30º aniversario de la independencia del país. Una negativa que sucede en un momento de especial significado, ya que se están registrando en los últimos días movimientos de tropas rusas en las fronteras limítrofes, los mayores sucedidos tras la anexión ilegal de la península de Crimea en 2014. De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores, Dmytro Kuleba, se ha desplazado esta semana a Bruselas para recabar el apoyo de los aliados de la OTAN y este próximo lunes explicará también la situación a los ministros de Asuntos Exteriores de los Veintisiete.
Von der Leyen alega una agenda particularmente cargada que le impide acudir a esta cita. Curiosamente, la fecha elegida para los fastos es el 23 de agosto, unos días especialmente tranquilos en Bruselas a no ser que sea necesario sofocar algún tipo de crisis inesperada.
Pero no solo se trata de que las razones esgrimidas por la presidenta sean poco creíbles, sino también el modo elegido para negarse a acudir a Kiev. Este rechazo se transmitió a través de una carta dirigida directamente al presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenski, por parte del jefe de gabinete de la presidenta, Bjorn Seibert. Un error protocolario difícil de entender, ya que no es comprensible que sea el jefe de gabinete y no la propia presidenta la que se dirija al presidente de otro país. Según los portavoces comunitarios, esta falta va a ser subsanada y la presidenta va a firmar personalmente otra misiva. Aunque la carta ya se ha registrado en el sistema de la Comisión, todavía no ha sido recibida por su destinatario.
Desde que Von der Leyen se quedara sin asiento en Ankara, se han puesto de manifiesto las contradicciones de la representación europea en el exterior y los solapamientos de funciones entre la política alemana y Michel. Por eso, los equipos de los dos líderes están preparando un documento que aclare posibles fricciones y garantice la coexistencia más o menos pacífica. Los dos líderes explicaron lo sucedido en la conferencia de presidentes de la Eurocámara este pasado martes en presencia de los representantes de los grupos políticos y se desconoce si acabarán compareciendo en la próxima sesión plenaria.
Quien si asistirá a Kiev para festejar el 30º aniversario de la Ucrania independiente es precisamente Michel, cuya agenda se ha caracterizado en los últimos meses por constantes viajes que también chocan con las competencias del máximo representante de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell, quien ostenta un cargo puente entre la Comisión y el Consejo.
Hoy, el ex primer ministro belga mantuvo una charla telefónica con el presidente ucraniano en la que, según fuentes diplomáticas, reiteró su asistencia a esta cita que ya había sido confirmada el pasado 2 de marzo durante una visita al país. Además, y según las mismas fuentes, Michel mostró su “honda preocupación”, por los movimientos desestabilizadores rusos y expresó el “apoyo inquebrantable a la independencia de Ucrania soberanía e integridad territorial y fronteras reconocidas internacionalmente” por parte de los Veintisiete.
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