Operación "Guardián de los muros"
Al menos 42 muertos en el ataque israelí más letal
El Ejército hebreo recrudece los bombardeos en Gaza en la jornada más mortífera desde que comenzó el conflicto. Los islamistas han lanzado más de 3.100 cohetes contra ciudades israelíes
Mientras crece la presión internacional sobre Israel para detener la ofensiva militar en la Franja de Gaza, el Ejército hebreo lanzó ayer una de las ofensivas aéreas más mortíferas desde el estallido del conflicto el pasado lunes. Al menos 42 palestinos murieron en un mismo bombardeo sobre el barrio de Al Rimal en la ciudad de Gaza –incluyendo 16 mujeres y 10 niños–, y decenas de personas quedaron enterradas bajo los escombros del enésimo edificio hecho añicos.
«Estamos escuchando gritos bajo los escombros», explicaba al canal Al Jazeera un integrante del equipo de los servicios de rescate gazatíes. Entre los fallecidos se encontraba el doctor Ahmad Abu al-Aouf, director de medicina interna del hospital al-Shifa, el más grande del enclave. Varios colegas suyos improvisaron un funeral exprés a las puertas del centro médico. La mayoría de los muertos pertenecían a la misma familia. Desde el inicio de la operación «Guardianes del Muro» hace una semana, el ministerio de Sanidad palestino informó de por lo menos 188 personas –55 niños–, y más de 1.200 heridos. En Israel, van diez bajas mortales y más de 560 heridos por misiles de Hamás.
Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) publicaron que ya fueron lanzados más de 3.100 proyectiles desde Gaza. Durante el día, los lanzamientos de salvas desde la Franja disminuyeron relativamente, pero en la tarde se renovaron las alarmas antiaéreas por disparos sobre todo el sur de Israel. En total, 190 cohetes en 12 horas. Uno impactó directamente sobre una sinagoga de Ashkelón. Tras las muestras de preocupación expresadas por el presidente norteamericano Joe Biden, y las reiteras exigencias de la comunidad internacional para promover un cese de las hostilidades, oficiales hebreos señalaron que Israel estaría dispuesto a valorar un alto el fuego. En un comunicado emitido por la Casa Blanca, destacaron que «este periodo de conflicto ha conllevado la trágica muerte de civiles israelíes y palestinos, incluyendo niños». Y referente a la destrucción el sábado del edificio que albergaba múltiples medios de comunicación, mostraron «preocupación por la seguridad de los periodistas. Es necesario asegurar su protección».
Tras siete días de ataques sobre lanzaderas, infraestructuras de producción de armamento, sedes de inteligencia y redes de túneles, el «establishment» de seguridad considera que se han logrado suficientes logros estratégicos en la lucha contra los islamistas. A última hora de la tarde, las FDI informaban del bombardeo sobre otro túnel subterráneo que «contenía armamento militar, y que estaba ubicado junto a una guardería, una mezquita y un hospital. Esto prueba nuevamente que Hamás ubica sus armas en zonas densamente pobladas».
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, alertó: «Todavía tomará tiempo. La operación continuará con toda la fuerza. Hablan sobre la presión internacional, que siempre existe. Pero a pesar de todo, acabamos recibiendo apoyo». Respecto al ataque sobre el edificio de la prensa en Gaza, el «premier» remarcó que «contenía una oficina de la inteligencia terrorista, por lo que suponía un blanco perfectamente legítimo. Tomamos todas las precauciones, y no hubo heridos ni muertos».
Respecto a rumores de que Hamás habría aceptado los términos propuestos por Egipto para un alto al fuego, Netanyahu agregó que «eso no es lo que yo he oído». En la tarde de ayer, el rey Abdullah de Jordania aseguró que el reino hachemita está impulsando esfuerzos diplomáticos para «frenar la escalada militar israelí». Desde la frontera norte, tras dos jornadas de protestas propalestinas junto a la verja que separa Israel y Líbano, un oficial libanés bajo anonimato consideró que «la situación permanecerá bajo control, porque Hizbulá no está interesado en expandir el conflicto de Gaza».
Israel destruye la casa del líder de Hamás
Durante la madrugada, las FDI destruyeron el apartamento de Yahya Sinwar, líder del brazo político de Hamás en la franja. Como es habitual durante las contiendas con Israel, los líderes islamistas se mantienen escondidos en túneles cavados decenas de metros bajo tierra, por lo que no se produjeron víctimas mortales. Tras secuestrar y matar a dos soldados israelíes en 1988, Sinwar fue condenado a cuatro cadenas perpetuas. Fue liberado en 2011, en el canje de prisioneros para la devolución del soldado israelí secuestrado Gilad Shalid. En 2017, fue escogido líder de Hamás en Gaza.
Desde el exilio en Qatar, el líder de Hamás Ismail Haniyeh alertó: «La resistencia no se rendirá, seguiremos portando la espada y el escudo para proteger Jerusalén y la mezquita de Al Aqsa». Pero el comandante en jefe de las FDI, Aviv Kochavi, aseguró que la ofensiva israelí es de una «intensidad sin precedentes», y que Hamas «menospreció» la fortaleza de la respuesta hebrea tras disparar siete proyectiles sobre Jerusalén el lunes pasado. «Dañamos seriamente las capacidades subterráneas, su proyecto estrella que pretendían usar para combatir».En el barrio de Sheik Jarrah en Jerusalén Este, donde se encendieron las chispas de la reciente escalada por la toma de viviendas palestinas por parte de colonos judíos, un palestino arrolló a un grupo de policías, e hirió a seis de ellos. El atacante fue abatido al instante.
En las ciudades mixtas de Haifa o Akko, que vivieron inéditas escenas de violencia interétnica entre árabes y judíos, decenas de ciudadanos locales se organizaron para limpiar y reparar los daños materiales de los disturbios, y a distribuir flores entre residentes para apaciguar la tensión. Desde Lod, Mansour Abbas, líder de la facción islamista Ra’am, afirmó que árabes locales contribuirán a rehabilitar sinagogas incendiadas durante las reyertas callejeras.
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