Conmoción
Un ataque al Estado de Derecho de Países Bajos
La Policía detiene a dos sospechosos del tiroteo contra el periodista especializado en crímenes. “Nuestra peor pesadilla se convirtió ayer en realidad”, reconoce el hijo de Peter R. de Vries
Países Bajos contiene el aliento tras el intento de asesinato de un famoso periodista especializado en crímenes. El reportero Peter R. de Vries, de 64 años, fue disparado en la cabeza sobre las 19:45 de la tarde, justo cuando salía de los estudios de la emisora RTL, cerca de Leidseplein, en Ámsterdam. El tiroteo se ha sentido como una auténtica tragedia nacional y un golpe al Estado de Derecho.
Decenas de personas depositaron ayer flores y mensajes en el lugar del ataque, mientras que su hijo, Royce de Vries, agradecía todo el apoyo recibido.
«Nuestra peor pesadilla se convirtió ayer (el martes) en realidad. Nosotros, como familia, rodeamos a Peter con amor y esperanza en esta difícil etapa. Hay mucha incertidumbre aún, pero lo que es seguro es que las declaraciones de respaldo por todo el país nos brindan un gran apoyo», escribió Royce en Twitter.
“Un héroe nacional”
«Ha resultado gravemente herido y está luchando por su vida», confirmó Femke Halsema, la alcaldesa de la ciudad holandesa. «Es un héroe nacional para todos nosotros. Un excepcional, valiente periodista que ha buscado la justicia incansablemente».
La Policía local informó ayer que, una hora después del tiroteo, interceptaron un Renault Kadjar plateado en la A4, a 50 km al sur de la escena del crimen. Un hombre polaco de 35 años, residente en Gelderland y un joven neerlandés de 21 y vecino de Rótterdam, fueron detenidos en relación con el incidente. Este viernes comparecerán ante el tribunal por primera vez. El motivo del ataque aún no se ha hecho público, pero no es la primera vez que el crimen organizado atemoriza a la nación del norte de Europa de 17 millones de habitantes. Varios medios recordaban ayer que en 2019, el abogado Derk Wiersum fue asesinado por representar a un testigo protegido que era, precisamente, una fuente de De Vries. El caso era contra Ridouan Taghi, el líder de la peor banda criminal de Países Bajos.
La conmoción se ha sentido en todos los estratos de la sociedad neerlandesa. El rey Guillermo Alejandro, de visita en Alemania, tuvo elogió al reportero y tachó el tiroteo de «ataque al periodismo, la piedra angular de nuestro estado constitucional y, por lo tanto, también un ataque al estado de derecho».
La amplia trayectoria profesional y la labor de De Vries es excepcional. Ayer, los medios se llenaron de familiares de víctimas de asesinatos a los que el reportero había ayudado en su resolución a lo largo de su dilatada carrera. Berthie Verstappen, la madre de Nicky, un niño de 11 años que apreció muerto en 1998, lloraba frente a la cámara de la cadena pública NOS. Gracias a los esfuerzos de De Vries, en 2018 el caso dio un giro y se detuvo a un sospechoso. El año pasado, se condenó a Jos B. por secuestrar, abusar sexualmente y matar al pequeño. «Siempre ha luchado por nosotros y por Nicky y esperamos que ahora luche por sí mismo», indicó Verstappen visiblemente afectada.
El intento de asesinato deja de manifiesto que el periodismo es una profesión de riesgo, también en suelo de la Unión Europea. Paradójicamente, Países Bajos es una de las naciones mejor posicionadas en el ránking de Reporteros sin Fronteras (RSF), por lo que este ataque ha encendido todas las alarmas.
«Resulta inquietante porque es verdad que en Países Bajos –tan bien clasificado por RSF (6º mejor país)–, un periodista sea tiroteado con un intento tan claro de eliminarle, de silenciarle de la forma más brutal enlaza con una serie de acontecimientos funestos en suelo europeo en los últimos años», declara a LA RAZÓN Alfonso Armada, presidente de RSF España.
Armada recuerda el caso de la periodista de investigación especializada en corrupción, Daphne Caruana Galizia, asesinada en Malta en 2017; AJan Kuciak, el reportero también de investigación asesinado junto a su prometida en Eslovaquia en 2018; Lyra McKee, la reportera norirlandesa asesinada de un tiro en la cabeza por el IRA mientras cubría una manifestación; y el griego Yorgos Karaivaz, el último periodista europeo liquidado. Karaivaz, especializado en investigar el crimen organizado, fue asesinado en abril. «Es un mensaje estremecedor», concluye Armada. Para el presidente de RSF, “también enlaza con el desprecio creciente y el odio hacia los periodistas” que se está viendo en algunos países de la UE como Hungría, pero también en España. Es más, Armada incide en que en su último informe de “depredadores de la prensa”, por primera vez han incluido a un líder de la Unión Europea, a Viktor Orban.
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