Un país en erupción
¿Qué está pasando en Túnez? ¿Hay un golpe de estado?
El presidente tunecino Kais Said disuelve el Parlamento y cesa al primer ministro. La oposición dice que es un claro “golpe de Estado”
Túnez enfrenta desde este lunes su mayor crisis en una década de democracia después de que el presidente Kais Said derrocara al gobierno y congelara las actividades del parlamento, una medida que sus enemigos califican de golpe de Estado al que debería oponerse en la calle. En un comunicado a última hora del domingo, Said invocó la constitución para destituir al primer ministro Hichem Mechichi y decretó la paralización del parlamento por un período de 30 días en medio de una grave crisis por el descontrol de la pandemia. Además, el presidente retiró la inmunidad parlamentaria de manera inmediata de todos los diputados “para recuperar la paz social y salvar al Estado y la sociedad”.
Said anunció que gobernará junto con un nuevo primer ministro. ¿El motivo? En un discurso televisado, Said dijo: “Hemos tomado estas decisiones hasta que la paz social regrese a Túnez y hasta que salvemos el estado”. El presidente advirtió que “quien dispare una bala” tendrá en frente al Ejército: “Las fuerzas armadas responderán con balas”, amenazó.
¿Por qué se produce este cambio político?
Desde comienzos de año, el país magrebí vive un bloqueo institucional después de que el Parlamento apoyara la remodelación del Ejecutivo y de que el presidente se negara a aceptarla, al considerar que no fue consultado previamente y debido a las sospechas de conflicto de intereses que planean sobre algunos de los nuevos miembros.
La medida del presidente Said viene después de un día de protestas contra el gobierno y el partido más grande en el parlamento, el islamista moderado Ennahda, después de un aumento en los casos de covid y un malestar creciente por el fallido escenario político y el malestar económico. Plantea el mayor desafío hasta ahora para Túnez después de su revolución de 2011 que desencadenó la “primavera árabe” y derrocó a una autocracia en favor de un gobierno democrático, pero que no logró generar una gobernanza sólida ni prosperidad. En las horas posteriores al anuncio de Said, grandes multitudes se reunieron para apoyarlo en Túnez y otras ciudades, vitoreando y bailando mientras los militares bloquearon el parlamento y la estación de televisión estatal.
¿Qué otras medidas ha tomado el presidente?
Según la prensa local, las autoridades decretaron a partir de este lunes a medianoche el cierre del espacio aéreo y las fronteras marítimas por una duración ilimitada. Además, se desplegaron unidades del Ejército alrededor del Parlamento, la sede del Gobierno y otros edificios institucionales. El sitio web “Tunisie Numérique” reveló asimismo que la justicia ha adoptado medidas cautelares de prohibición de abandonar el territorio nacional contra el presidente del Parlamento, así como sus 64 diputados.
¿Qué dice la oposición?
El presidente del parlamento Rached Ghannouchi, el jefe de Ennahda, que ha desempeñado un papel en los sucesivos gobiernos de coalición, condenó las medidas como un golpe y un asalto a la democracia. En la madrugada del lunes, Ghannouchi llegó al parlamento donde dijo que convocaría una sesión en desafío a Saied, pero el ejército estacionado afuera del edificio impidió la entrada del exiliado político de 80 años. “Estoy en contra de reunir todos los poderes en manos de una sola persona”, dijo frente al edificio del parlamento. Anteriormente llamó a los tunecinos a salir a las calles, como lo habían hecho el día de la revolución en 2011, para oponerse a la medida. Dos de los otros partidos principales en el parlamento, Heart of Tunisia y Karama, se unieron a Ennahda para acusar a Saied de un golpe de Estado. El ex presidente Moncef Marzouki, que ayudó a supervisar la transición a la democracia después de la revolución, dijo que podría representar el comienzo de una pendiente “hacia una situación aún peor”.
¿Quién se enfrenta a quién en la calle?
Decenas de simpatizantes del partido islamista moderado Ennahda, la primera fuerza parlamentaria, se enfrentaron a simpatizantes del presidente Said cerca del edificio del parlamento, intercambiando insultos mientras la policía los separaba. Los manifestantes también irrumpieron en las oficinas de Ennahda, rompieron ordenadores, y prendieron fuego a su sede local en Touzeur. Decenas de miles que respaldaban al presidente permanecieron en las calles de Túnez y otras ciudades, y algunas personas prendieron fuegos artificiales durante horas después de su anuncio mientras helicópteros volaban en círculos sobre sus cabezas. “Este es el momento más feliz desde la revolución”, dijo Lamia Meftahi, una mujer que celebraba en el centro de Túnez la declaración del presidente Said.
¿Quién es el presidente Saied?
Saied es un político independiente que llegó a la presidencia en 2019 después de hacer campaña como el adalid contra una élite corrupta e incompetente. Said argumenta que su decisión se basa en el artículo 80 de la constitución y que se enmarca como una respuesta popular a la parálisis económica y política que ha sumido a Túnez durante años en la crisis.
Said, en su declaración anunciando la destitución de Mechichi y el congelamiento del parlamento, dijo que también había suspendido la inmunidad legal de los miembros del parlamento y que estaba tomando el control de la oficina del fiscal general. Advirtió contra cualquier respuesta armada a sus acciones. “Quienquiera que dispare una bala, las fuerzas armadas responderán con balas”, dijo Said, que cuenta con el apoyo de una amplia gama de tunecinos, incluidos islamistas e izquierdistas.
¿Cómo es la composición del parlamento tunecino?
El parlamento también fue elegido en una elección en 2019. Las elecciones parlamentarias arrojaron una cámara fragmentada en la que ningún partido tenía más de una cuarta parte de los escaños, pero el partido más grande es el islamista moderado Ennahda. El primer ministro Hichem Mechichi asumió el cargo el verano pasado, reemplazando a otro gobierno de corta duración. El presidente se ha visto envuelto en disputas políticas con Mechichi durante un año, mientras el país lidia con una crisis económica, una inminente crisis fiscal y una respuesta inestable a la pandemia.
¿Ha sido la pandemia el detonante?
Túnez registró el jueves un nuevo récord diario de decesos con 317 víctimas y superó la barrera de los 18.000 muertos desde el comienzo de la pandemia, la tasa de mortalidad más alta del continente según la Organización Mundial de la Salud (OMS), según informó este sábado el ministerio de Sanidad. El último balance oficial reportó además 5.600 nuevos casos, que suman ya más de 563.000 positivos, y con una incidencia de cerca del 31 %. El país se enfrenta a una cuarta ola del coronavirus, acelerada por la aparición de la variante “Delta” a finales de junio, que deja cada día entre 150 y 200 muertes.
El primer ministro Mechichi acusó al ministro de Sanidad Faouzi Mahdi de haber tomado una decisión “populista y criminal” después de que lanzase una campaña de vacunación masiva sin cita previa durante 48 horas, lo que provocó numerosas aglomeraciones y el cierre de varios centros por falta de existencias de vacunas. Según la constitución, el presidente de Túnez solo tiene responsabilidad directa en asuntos de política internacional y el ejército. Pero tras el fracaso en el proceso de vacunación sin cita previa, el presidente le dijo al Ejército que se hiciera cargo de la respuesta a la pandemia.
¿En qué punto se encuentra la economía?
El primer ministro Mechichi intentaba negociar un nuevo préstamo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que se consideraba crucial para evitar una crisis fiscal inminente a la vez que Túnez lucha por financiar su déficit presupuestario y los próximos pagos de la deuda. Las disputas sobre las reformas económicas, consideradas necesarias para asegurar el préstamo, pero que podrían perjudicar a los tunecinos de a pie al poner fin a los subsidios o eliminar puestos de trabajo en el sector público, ya habían llevado al gobierno al colapso.
¿De qué sirvió la revolución tunecina de 2011?
La revolución de Túnez en 2011 a menudo se considera el único éxito de las revueltas de la Primavera Árabe en toda la región, pero no ha llevado a la estabilidad económica o política. La disolución del parlamento y el cese del primer ministro es visto como “un golpe contra la democracia tunecina y su Constitución. Túnez es la única historia de éxito de la primavera árabe y esta historia no termina aquí”, subrayó Ennahda, principal fuerza parlamentaria y socia del Gobierno, después del anuncio que Said hizo pasadas las 9 de la noche.
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