Sucesos
Un estudiante de Medicina se encuentra el cadáver de su amigo en una clase de anatomía
Enya Egbe, junto a un grupo de compañeros, tenían que trabajar con un cuerpo cuando el joven se encontró con este impactante descubrimiento
Enya Egbe estaba como cada tarde en la Universidad de Calabar, en Nigeria, desde que comenzó a estudiar el grado en Medicina. Era jueves por la tarde, y acudió junto a sus compañeros de estudios a la clase de anatomía. Pero lo que le ocurriría no lo olvidaría nunca.
El cuerpo que su grupo estaba a punto de diseccionar era el de Divine, su amigo durante más de siete años. ““Solíamos ir a bailar juntos. Había dos agujeros de bala en el lado derecho de su pecho”, contó a la periodista y novelista Adaobi Tricia Nwaubani en declaraciones que recoge BBC. Su reacción fue la de gritar, salir corriendo de clase y llorar tras ver a su amigo fallecido.
Egbe envió un mensaje a la familia de Divine, que había estado yendo a diferentes comisarias de policía en búsqueda del cadáver del joven. Al final recuperaron el cuerpo. El joven había sido arrestado junto a tres amigos por agentes de seguridad cuando regresaban de una noche de fiesta.
En Nigeria, hay una ley vigente con la que se entregan “cuerpos no reclamados” en depósitos de cadáveres del gobierno a las escuelas de medicina. El impactante descubrimiento de Egbe hizo que se descubriera la falta de cadáveres disponibles en Nigeria para los estudiantes de medicina como lo que les puede pasar a las víctimas de la violencia policial. Y es que el Estado también se puede hacer cargo de los cuerpos de criminales ejecutados.
Más del 90% de cadáveres utilizados en las escuelas de medicina de Nigeria son “criminales asesinados por disparos”, según una investigación de 2012 publicada por la revista Clinical Anatomy. Solo fue casualidad que Divine pudiera tener un entierro digno, tras el descubrimiento de Egbe en la clase de Anatomía. Nigeria pide un cambio en esta ley, que garantice que las morgues obtengan registros históricos completos de los cuerpos donados a las escuelas, y también el consentimiento de la familia.
Pero, al menos, ya es “demasiado tarde” para Egbe, pues le causó tal trauma que tuvo que abandonar sus estudios durante semanas.
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