Entrevista

“El seísmo ha sumido a Haití en su peor momento en 35 años”

Xavier Adsara, presidente de la ONG Nuestros Pequeños Hermanos presente en Haití desde 1987, solicita “apoyo internacional” y remarca “la dificultad de enviarla por el control de las bandas” tras el seísmo

El terremoto de magnitud 7,2 grados en la escala Richter que ha azotado este sábado el suroeste de Haití, dejando, al menos, 304 muertos y 1.800 heridos en el desplome de edificios, ha provocado una nueva crisis humanitaria en el país más pobre de América. El primer ministro interino de la nación caribeña, Ariel Henry, ha calificado la situación de “dramática” y ha confirmado “pérdidas de vidas humanas”.

Terremoto de magnitud 7,2
Terremoto de magnitud 7,2Tania Nieto

Xavier Adsara, director en España de la ONG Nuestros Pequeños Hermanos (NPH) y presidente de NPH Europa, presente en Haití y otros ocho países de América Latina, atiende a LA RAZÓN pocas horas después del terremoto. Adsara explica que su labor se basa “en la educación, la salud y la nutrición de niños con problemas de estructuración familiar”. Su hogar en las montañas de Qenqo, a 45 minutos de la capital Puerto Príncipe, “atiende a niños y familias con discapacidad y necesidades especiales”.

Haití afronta un nuevo drama humanitario debido al terremoto de 7,0 grados suroeste del país ¿Cuál es la situación allí? ¿Qué información tienen ustedes?

La zona del sur del país hay daños muy importantes en las viviendas. Hay muchas personas que ha quedado bajo los escombros que los están intentado salvar, exactamente igual que ocurrió en 2010. La información que nos ha llegado directamente desde Haití es que la zona afectada por el terremoto está absolutamente desbordada. Los equipos de rescate son insuficientes. La presencia de grupos armados que controlan muchas zonas del país hace más complicado el envío de ayuda a las poblaciones afectadas. Estamos viendo de qué manera nos podemos coordinar eficientemente con las autoridades y ayudar a las comunidades afectadas por el seísmo.

¿Qué necesita Haití para hacer frente a esta nueva crisis humanitaria?

De momento estamos una situación de emergencia humanitaria, lo primero que tenemos que hacer es sencillamente salvar vidas. Tenemos que atender a las familias afectadas. Proteger a los habitantes que han podido escapar del terremoto y de sus consecuencias. Hay que encontrarles un lugar donde se puedan cobijar, donde puedan dormir, descansar y recibir alimentos. Vamos a necesitar alimentos y medicinas para poder coordinar cordones sanitarios y de ayuda humanitaria para los afectados. Nuestro trabajo está centrado sobre todo en llevar alimentos, cobijo y medicinas. A largo plazo, se va a tener que hacer una tarea ingente de reconstrucción de las viviendas. Pero estamos hablando de una segunda etapa más a largo plazo. Evidentemente, ahora salvar vidas. Acompañar y atender a las familias afectadas. Se van a necesitar psicólogos para atender a las familias que han sufrido el horror de un terremoto en las condiciones en las que se encuentra el país.

¿Cómo están los trabajadores, cooperantes y pacientes de su organización Nuestros Pequeños Hermanos presentes en Haití? ¿Sus instalaciones han sufrido daños?

Al menos nuestro Hospital St. Damien Chateaublond, el programa para niños con discapacidad y el hogar para niños y jóvenes que tenemos en las montañas están bien. Es muy probable que nuestro Hospital St. Damien, que es el único hospital pediátrico que existe en todo el país y que atiende a 90.000 niños cada año, acabe siendo receptor de parte de los niños heridos. Nuestro programa para niños con discapacidad va a acabar recibiendo a muchos de los niños y adultos que quedaran mutilados porque han quedado bajo los escombros. En estos momentos, se está poniendo el foco en sacar a la gente de los escombros y salvar vidas.

Pensar que Haití desde noviembre de 2019 vive una crisis política, social y económica de consecuencias absolutamente devastadoras para toda su población, para sus más de 11 millones de habitantes en un país donde ya de por sí el 80% de su población sobrevive con 2 dólares al día. Hay grupos armados que controlan todos los barrios de la capital Puerto Príncipe. Realmente hace muy difícil la supervivencia y la vida diaria de una familia media que sobrevive, repito, con 2 dólares al día. Todo esto hace más problemático el salvamento en las zonas afectadas porque son lugares donde hay bandas. Hay una gran inseguridad en todo el país. La movilización de la ayuda humanitaria se hace siempre mucho más difícil en un contexto político, social y económico tan dramático. Muy particularmente desde hace dos años. Nuestros Pequeños Hermanos lleva 35 años en Haití y os podemos decir que es uno de los momentos más delicados que está experimentando el país en todos estos años. Tienen todos los problemas imaginables.

En un plano más político, desde vuestra organización, que sois una ONG muy activa en el país y que conocéis bien la realidad del día a día ¿Cuáles deben ser los próximos pasos de la Organización de Estados Americanos, de los países de la región y de Estados Unidos? ¿Qué papel deben jugar los actos regionales en Haití?

Los actores internacionales y regionales tienen una función estabilizadora y pacificadora. Haití necesita entrar en un proceso de estabilización política y sacar al país de agujero en el que se encuentra. Haití estaba pendiente de unas elecciones tras el asesinato de su presidente Moïse. Debe normalizarse la situación y que este acompañado por los organismos regionales e internacionales que deben aportar estabilización, estabilidad, y paz. Es lo que necesita el país.

Entiendo entonces que la misma respuesta para el rol de la Unión Europea ¿verdad?

Exacto. La Unión Europea debe acompañar Haití hacia un proceso de nueva elección política. Debe ser elegido un nuevo presidente, electo democráticamente de manera transparente. La Unión Europea debería poder acompañar Haití en este camino. Repito, Haití necesita estabilización y entrar en un proceso de paz. Para esto se necesita ayuda exterior.

La sensación es que Haití se encuentra en una situación en la que no ha salido de una crisis política y ya tiene sobre la mesa una tragedia humanitaria. Y todavía no ha salido, como comentabas, de su actual crisis política. Vosotros que estáis allí presentes, conocéis a muchísimos haitianos y conocéis su día a día ¿Cómo definirías el estado anímico de los haitianos o el ambiente social?

Conocemos muy bien la idiosincrasia del pueblo haitiano. Nuestros programas están coordinados por Haití que pretende sacar a su país adelante siempre y cuando cuenten con las condiciones adecuadas. El pueblo haitiano es un pueblo que está acostumbrado a sufrir. Durante años ha sufrido desastres naturales, terremotos, lluvias torrenciales, problemas sociales, dramas económicos y ha padecido hambrunas generalizadas. Es un pueblo que tiene una capacidad para resistir un momento como el que están viviendo. Tienen una capacidad enorme para no perder la esperanza. Nosotros no perdemos la esperanza en que el país prospere. Ellos tampoco lo hacen”.