México inundado de restos humanos calcinados por el aumento de centros de exterminio

México ha reconocido la existencia de otro centro de exterminio en el estado fronterizo de Tamaulipas, en el noreste del país. Este sitio representa el horror para miles de familias que buscan a sus seres queridos, y su hallazgo ha despertado de nuevo el interés de los mexicanos.

Según informaba la titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas, Karla Quintana, apuntó que encontraron “indicios de restos óseos calcinados”. Se trataría de un crematorio que ha sido utilizado durante años y que seguía siendo utilizado. “A lo que nosotros vamos es a recuperar estos restos humanos de manera digna y con la debida diligencia”.

Las autoridades estimaban que se podrían encontrar unos 500 kilos de restos óseos calcinados en el centro conocido como La Bartolina, a unos 12 kilómetros de la costa del Golfo de México y muy cerca de la ciudad de Brownsville, en Texas. La existencia de este sitio era conocida por el gobierno mexicano, en especial del Ejecutivo de López Obrador, según una investigación de A dónde van los desaparecidos y Elefante Blanco.

Los colectivos de familiares que buscan a sus seres queridos han localizado 57 centros de exterminio en Tamaulipas. El sanguinario cártel de Los Zetas habían instalado un sistema para incinerar cientos de cuerpos con diésel y leña.

Numerosos campos

Otros campos de exterminio han sido localizados en el estado de Veracruz. Por ejemplo, en el municipio de Tihuatlán, se llegaron a encontrar miles de huesos calcinados, en un sitio conocido como La Gallera, presuntamente propiedad de Los Zetas.

Los colectivos también hablan de torturas, violaciones de los derechos humanos o agresiones, así como desapariciones, a cargo de agentes estatales y bajo el mando del exsecretario de Seguridad Arturo Zurita.

“¿Los restos de quién están en el predio La Bartolina? ¿Hablamos simplemente de un campo de exterminio del Cartel del Golfo? ¿Hablamos de paramilitarismo criminal o de desapariciones forzadas con objeto de exterminar a los enemigos del Estado Mexicano sin seguir el debido proceso? ¿Estamos hablando de crímenes de lesa humanidad?”, cuestiona la experta en seguridad, Guadalupa Correa-Cabrera, en un artículo en el diario mexicano Sin Embargo.

Crisis de violencia

El país está atravesando una crisis de violencia que, en los últimos catorce años, ha dejado más de 350.000 fallecidos por homicidio, según las cifras oficiales, aunque se piensan que podrían ser más. El Gobierno mexicano reconoce 92.611 personas desaparecidas desde el comienzo de los registros en 1964.

Unas 1.749 fosas clandestinas, con 3.025 cuerpos exhumados, son otros de los terribles datos que se aportan desde el 1 de diciembre de 2018, inicio de la legislatura de Andrés Manuel López Obrador. Estos datos no incluyen los últimos tres meses (están recogidos hasta el 30 de junio de 2021).

Tristemente, solo uno de cada diez homicidios son esclarecidos y, pese a que se han denunciado más de 90.000 casos, se ha dictado sentencia a solo 35 sucesos por delito de desaparición. “No hay manera de confirmar o afirmar que se trate de las personas que han sido desaparecidas en esta carretera en los últimos años, pero es una hipótesis importante y se tendrá que comprobar de manera pericial”, agrega Quintana.

Un colectivo de búsqueda de personas desaparecidas del país solicitó permiso a una célula del Cártel del Golfo que opera en Matamoros para poder ingresar a La Bartolina, con la esperanza de hallar restos humanos y huellas de posibles víctimas de desaparición. Actualmente, están intentando tener acceso, todavía no confirmado, y están a la espera de que la investigación pueda llevarse a cabo y comprobar la “impunidad” que criminales, delincuentes y violadores tienen en México a día de hoy.